Reingeniería en la U
Una vez más Universidad de Chile se marchó desde el Monumental con un mal resultado tras enfrentar a Colo Colo. Ya no es novedad. Los azules jugaron un partido horrible ante un rival que tampoco hizo mucho en la cancha y alargaron un año más la racha negativa en el estadio del cuadro albo.
El registro del 'A fondo' de AS Chile, que consigna lo que realmente atacó un equipo durante el partido, exhibe solo dos eventos ofensivos de la U. A los 25 y 77 minutos, Rodrigo Echeverría y Gonzalo Espinoza efectuaron tiros hacia la portería de Agustín Orión, pero ambos envíos salieron desviados. ¡Ni un remate al arco! Así se despidió la visita desde Macul.
La presentación de los azules posee evidentes visos de 'partido toca fondo'. Algo parecido, pero sin previo aviso, a lo que le sucedió a Guillermo Hoyos en el 6-1 contra La Calera, en Quillota. El episodio que comenzó a sentenciar su suerte, cuando nadie imaginaba que el entrenador terminaría yéndose del club.
El 24 de mayo, Frank Kudelka fue anunciado como nuevo entrenador en el club. En su estreno, triunfo por 4-1 ante La Serena por la Copa Chile, el equipo dejó buen impresión, pero luego fue decayendo en el funcionamiento. Coronó todo con el mal partido en el Superclásico: es impresentable que un grande del fútbol chileno ni siquiera remate al arco contra el rival de toda la vida.
En total, el argentino ha dirigido a los azules en 12 encuentros y registra ocho triunfos, un empate y tres derrotas. Sin embargo, si el foco se pone solo en el Torneo Nacional, excluyendo la Copa Chile, el asunto cambia: son seis partidos disputados, con dos victorias, un empate y tres caídas, lo que arroja un 38,9 por ciento de rendimiento.
Por ahora, Kudelka ha intentado cambiar el panorama tocando únicamente la conformación del equipo, los 11 que entran a la cancha. El caso icónico es el de Gonzalo Jara, quien de ser insustituible con Hoyos pasó ahora a la suplencia. No obstante, esta vía de intervención del entrenador actual demostró que es insuficiente.
El equipo precisa una reingeniería, un cambio profundo. Lo más probable es que ocurra una vez que concluya el 2018, pero todavía faltan nueve fechas y la U tiene que corregir el rumbo futbolístico. En lo que queda de temporada debe obtener un cupo a un torneo internacional. ¿Le alcanzará con la forma de juego actual?
El sistema táctico 1-4-1-2-3 es el sello identitario del técnico argentino. Ha insistido con implementarlo, pero los hechos futbolísticos son evidentes: la U no está para jugar con tres delanteros y con solo un trío de volantes en el mediocampo. Contra Colo Colo fue evidente, la presencia resultó ínfima en el sector medio y no le hizo daño a nadie en ofensiva. Y eso que el local también tuvo una baja actuación.
Un mediocampo robusto es la necesidad más urgente. La presencia de cuatro hombres, dispuestos a lo ancho de la cancha porque no cuenta con un volante que pueda cumplir con la labor de enlace, es una opción. Los punteros no desbordan sistemáticamente y el '9' se observa solo en la lucha contra los centrales rivales. ¿Para qué insistir con esa fórmula?
Defensivamente, el equipo también ganaría músculo. El sector medio se ha transformado en un pasillo de libre tránsito para los oponentes. No hay contención, pues claramente la cancha le queda inmensamente grande a Felipe Seymour. La esperanza puede ser que Espinoza se ponga pronto a tono y le eche una mano al '6'. Pero en un contexto de disfuncionalidad táctica, una mejoría individual probablemente no incida en el todo.
Kudelka ha dado muestras de que el 1-4-1-2-3 no se transa. También de que es un tipo inteligente y claro en sus análisis. Siguiendo esa lógica, debe tener claro que las cosas en la U ameritan un cambio profundo. Una reingeniería, una modificación total, que parta por borrar un sistema de juego, hasta ahora, evidentemente disfuncional.