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VUELTA A ESPAÑA

Pinot corona los Lagos, Yates sigue sólido y Valverde acecha

El francés redondeó su colección en Tour, Giro y Vuelta. Simon Yates se mantiene líder, Nairo Quintana sigue sin atacar y el murciano crece antes de la contrarreloj.

Actualizado a
Pinot corona los Lagos, Yates sigue sólido y Valverde acecha
AFP

Los Lagos de Covadonga equivalen en la Vuelta al Alpe d’Huez en el Tour. Dos cimas popularizadas en los 80, ya convertidas en un clásico. Dos subidas de prestigio que crecieron con el ciclismo en multicolor. La primera vez que se rindieron honores a la Santina fue en 1983, con triunfo de Marino Lejarreta. Desde entonces se ha cubierto en 21 ocasiones y en su palmarés figuran ganadores de la Vuelta (Lejarreta, Delgado, Herrera, Pino, Jalabert, Quintana…), del Giro (Tonkov, Nairo…) y del Tour (Perico). Su historial también acoge aventureros (Zintchenko, Efimkin, Piedra, Niemiec…), de todo ha habido, pero quien se corona en los Lagos, normalmente es un gran campeón. O aspirante a ello. Este domingo triunfó Thibaut Pinot, podio en el Tour y ganador de etapas en las tres grandes.

El aventurero de turno fue Iván García Cortina, el único asturiano del pelotón de la Vuelta, que se pegó el gustazo de comenzar la subida a los Lagos en solitario. Cortina venía de la fuga del día, compuesta por clásicos en estas lides como Ben King y Mollema, que se liaron a palos para puntuar en los puertos, en busca de ese maillot de lunares que Maté no puede defender con entereza, afectado desde hace unos días por una bronquitis. Este lunes le vendrá bien el descanso. King, Mollema y De Gendt, que se fugó en la jornada anterior, acosan al Lince. Sin piedad.

La carrera se jugaba atrás, en el corral de los gallos. El Astana había marcado el ritmo en las dos subidas al Mirador del Fito, otro puerto con historia, el último que ascendió Miguel Indurain en su carrera profesional, en 1996. El ataque de Superman López estaba anunciado. Y lo hizo desde lejos, quizá demasiado lejos, a 8 kilómetros. Muy bravo. Nairo Quintana pudo solventar el susto gracias a Richard Carapaz. Luego arrancó Pinot, que tenía menos peligro para la general. Vía libre. Ya no le vieron hasta la meta. Y de repente emergió el maillot rojo, Simon Yates, que también probó. Nairo no cerró el hueco en persona, últimamente nunca lo hace. Miró hacia atrás. Últimamente mira más hacia atrás que hacia adelante. Allí estaba Alejandro Valverde para solucionar la situación. Una vez más.

La batalla continuó sin tregua, ahora con Enric Mas. ¿Quién dijo que no hay futuro? Y luego otra vez con Yates, perseguido, ahora sí, por Nairo. Ya no le quedaba nadie para hacerle el trabajo. Valverde y Kruijswijk se descolgaban por momentos. Las alternativas eran constantes. Superman volvió a arrancar a dos kilómetros de la cima. Ahora sí abrió hueco. Yates se enfadó con Nairo, le invitó a pasar… El colombiano sacó su conocido codo, ese con el que llama a Valverde o a quien ande por allí para que le resuelva la papeleta. Pero el murciano bastante había tenido con reengancharse. Además, si miramos la clasificación, ¿por qué hay que dar por hecho que Valverde es el gregario y Quintana el líder? Alejandro se mantiene segundo, a 26”, y Nairo sigue tercero, a 33”. Bien pensado, ahora mismo el español ha ganado muchos enteros para luchar por el maillot rojo en la contrarreloj del martes en Torrelavega.

En la meta, Yates le arañó unos segunditos al dúo del Movistar (6" a Valverde y 8" a Nairo) y López le recortó unos segunditos a él (4"). Poca cosa. El espectáculo está en la igualdad. El inglés se mantiene sólido. Y Valverde se erige como el gran rival. Entre otras cosas, porque Nairo no quiere o no puede atacar para buscar la Vuelta.