Ramírez da las razones de su gran desembarco en Wanderers

-¿Qué ha sido importante para lograr un buen funcionamiento?
-Que los jugadores pierdan los miedos y lo han hecho al no tener temor de jugar con 50 metros a la espalda. Han asumido que en vez de achicar hacia atrás, lo tenemos que hacer hacia adelante. También que en vez de echarnos atrás, tenemos que presionar, ser un equipo proactivo y no un equipo de reacción. Se ha visto un equipo que quiere proponer, someter al rival y buscar el arco contrario..

-¿El plantel no tuvo aprensiones al tratar de asimilar un estilo arriesgado? Estaban en el fondo de la tabla con riego de irse a Segunda División.
-Mira, yo destaco el profesionalismo de los jugadores. En 10 años el club ha tenido 12 técnicos y en este último año los jugadores han tenido tres entrenadores. Los tres (Nicolás Córdoba, Moisés Villarroel y yo) tenemos distintos ‘libritos’, distintas formas de trabajar. Los jugadores han aceptado que los entrenemos, han asimilado nuestra forma y metodología. Esto ha sido fundamental para el alza del equipo.

-En el Mundial de Rusia las propuestas más exitosas, como la del campeón Francia, fueron en el sentido contrario. ¿Influye eso en contra para implementar su idea de juego?
-Sí, claro, lo hemos vivido en la mayoría de los partidos que hemos jugado. La propuesta de la mayoría de los equipos es esa. Por eso, nosotros tenemos que estar preparados justamente para eso. Tenemos jugadores especialistas en cada puesto, eso ha ayudado mucho a nuestro funcionamiento. El entendimiento ha sido el ideal, porque la comunicación que tiene este equipo es muy buena. Tenemos la esperanza de seguir ganando y queremos seguir paso a paso, sin pensar en el futuro, porque primero está el presente.

-Una pregunta personal: ¿por qué jugar de esa manera cuando la corriente parece ir en el sentido contrario?
-En San Luis también traté de imponer esta forma de jugar. No resultó en el último momento, pero siempre pensé que la responsabilidad de sacarles rendimiento a los jugadores es principalmente del entrenador. Al margen de los jugadores que yo tenía en San Luis, tenía claro, por la pasión que siempre he tenido por lo que fui como jugador y cómo vivo el día a día, que hay que ir hacia adelante. Es la forma cómo veo el fútbol, con mucha pasión. No voy a esperar qué hace el rival para yo actuar.

-¿Ahora están en un círculo virtuoso? ¿Los resultados favorables reafirman esas convicciones?
-Claro, además escuchando a los jugadores que están convencidos y contentos, porque lo que trabajan en la semana resulta. También la gente se siente identificada con el juego del equipo y los jugadores se sienten identificados con el trabajo que estamos haciendo. Llegamos acá por lo que transmite Wanderers, por lo que transmite el hincha, por la pasión y la historia del equipo. Estamos convencidos de que en este equipo podemos jugar cómo nosotros vivimos. Creo que encajamos perfecto, porque se ha visto en el funcionamiento del equipo. Lo he visto en la alegría de la gente una vez que terminan los partidos.

-Pueden clasificarse en la liguilla y llegarían con un rendimiento ascendente.
-Mira, lo que más he recalcado con los jugadores es ir paso a paso, no proyectarse a futuro, porque el futuro depende del presente. El presente a hora es La Serena. Tenemos que preocuparnos única y exclusivamente de ese partido. Así lo hicimos cuando iniciamos, les dijimos que la única preocupación era Valdivia. Después llegaron solos los buenos resultados y los triunfos. Este equipo está mentalizado en ir paso a paro, porque lo que viene más adelante uno no lo puede predecir. Hay que vivir el presente con mucha cautela, teniendo el foco bien puesto.