El factor Valdivia
El hombre está motivado y quienes lo conocen de cerca aseguran verlo en una dimensión similar a la Copa América 2015 para la cual se preparó como pocas veces en su vida y donde, pese a no ser titular, se esmeró cada minuto que estuvo en la cancha consciente de la oportunidad que tenía la Roja de hacer algo realmente importante.
La historia es conocida. Chile fue campeón de América y Valdivia tuvo pasajes brillantes en aquella campaña. Para quienes estábamos acostumbrados a sus frenos, enganches, pases entrelíneas y pícaras asistencias con la vista fija hacia el otro lado, fue una sorpresa observar su despliegue físico que incluyó presión en la salida, recuperación de pelotas e incluso barridas. El Mago motivado, en su máxima expresión, fue otro jugador, aún más completo.
A pocas horas del juego de ida frente a Palmeiras por los cuartos de final de la Copa Libertadores, Valdivia lo vive con la misma intensidad. A su entorno le ha hecho ver la relevancia del cruce, la responsabilidad de enfrentar a un club donde es ídolo y no ha dejado escapar detalle alguno en la previa. Desde su preparación hasta el análisis de lo que envuelve el partido. De ahí su crítica a la suspensión del campeonato durante las Fiestas Patrias y el perjuicio por la falta de ritmo con que el Cacique llegará al pleito de hoy. Probablemente, en su fuero íntimo, el Mago sabe que ésta es una de sus últimas opciones de conseguir algo grande en su carrera.
Colo Colo, más allá de su ubicación en la tabla del torneo nacional, cuenta con el mejor plantel del fútbol chileno, pero en la Copa Libertadores no le sobra nada y, es más, carece, por ejemplo, de un delantero desequilibrante por fuera. Por eso, disponer de todos sus jugadores y especialmente de un Valdivia prendido y en pleno estado de forma, es un valor agregado. El Mago fue la figura en la ida ante Corinthians y estuvo en el podio en la revancha en Sao Paulo. El hincha colocolino que esperó más de dos décadas para volver a meterse en cuartos de final de la Copa tiene buena parte de sus esperanzas depositadas en "10".
Pensar que la sola presencia de un jugador, por muy capaz que sea, pueda marcar el destino de un equipo, es una exageración. Pero con Valdivia siempre existe la expectativa de algo más, de que se erija como el guía en momentos de confusión, como el jugador desequilibrante que permite hallar la hebra en medio del enredo.
A esta altura de la Copa Libertadores, con los ocho mejores equipos del continente en carrera, cada factor cuenta. Los apetitos crecen, la cancha se empareja, el pragmatismo cobra un valor determinante y las equivocaciones se pagan caro. En el fútbol, generalmente, prevalece quien juega mejor, pero también hay espacio para la sorpresa y los planteamientos eficaces. Es difícil pensar que Colo Colo va a deslumbrar o le pasará por arriba a Palmeiras, pero haber eliminado a Corinthians dotó al plantel albo de una enorme dosis de confianza. En cuartos de final, todo puede pasar y el campeón chileno sabe que es capaz de pararse mano a mano con los grandes equipos del continente. Hoy tiene una nueva y extrema prueba de supervivencia.