Fabián Orellana fue clave en el sufrido triunfo de Eibar en España
El chileno dio la asistencia del gol del triunfo a los 72', tras lo cual fue reemplazado. El VAR fue protagonista del duelo. Stuani marcó un doblete.
Montilivi es un paraíso para el Eibar en Primera. Sigue sin conocer la derrota en territorio rojiblanco y este sábado, Stuani ni el VAR pudieron amedrentarle en un encuentro repleto de pegada y suspenso. El videoarbitraje fue protagonista: señaló el penal que supuso el 0-1 de Charles y dio validez al segundo tanto de Stuani (1-2). Los armeros, con Fabián Orellana como titular y con amplio protagonismo en el gol del triunfo, levantan la cabeza y agachan la de un Girona que ya encadena cuatro partidos sin ganar.
Las pulsaciones del encuentro no tardaron en subir porque en el 7’, el Eibar pidió un penal por manos de Muniesa tras un cabezazo de Sergi Enrich, pero Prieto Iglesias ni el VAR interpretaron que fuera voluntaria. Sigan sigan, pero dos minutos después hubo un nuevo lío en el área del Girona y esta vez el árbitro acudió a ver la imagen y señaló penal por mano de Aday. Charles tomó la responsabilidad, engañó a Bono y puso por delante a un Eibar que apareció con una marcha más. Los armeros pudieron hacer más sangre en los siguientes minutos, pero Charles y Orellana dejaron con vida al Girona.
Pero el Girona tiene el balón parado y Stuani como salvavidas y el duelo dio un giro de 180 grados. Y en el 21’ pudo empatar, pero se anuló un gol a Granell por fuera de juego de Bernardo. El VAR lo ratificó porque pese a que el central no tocó el balón, podía despistar a Dmitrovic (le pasó el balón por debajo de las piernas) y así se entendió. Esa acción fue el preludio de la tormenta gerundense. Borja García y Granell dieron un paso adelante y en el 41’ llegó el empate de Stuani. Quién si no. El uruguayo remató de cabeza un centro medido de Pedro Porro. Con el viento a favor, los rojiblancos olieron sangre y una jugada después le dieron la vuelta al encuentro con otro tanto de Stuani. Tuvo que aparecer el VAR para darle validez porque corrigió la señalización de un fuera de juego de Bernardo. La decisión se eternizó, pero tuvo final feliz para los de Eusebio. Eso sí, no estaba todo dicho en una primera mitad de locura porque a dos segundos para el descanso, Arbilla empató con un cabezazo soberbio.
Ya en la segunda mitad, el Girona se mostró más vertical, pero la zaga armera estuvo tan rápida como acertada. Además, parecía que el Eibar estaba cómodo y esperó su momento, que llegó en el 72’, para decantar el duelo. Orellana tiró de fe y su centro lo aprovechó un Sergi Enrich que firmó un golazo de cabeza. Victoria de mérito.
