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La rabia de Vidal

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Arturo Vidal está enojado. Él mismo lo reconoció cuando aterrizó en Miami para sumarse a la Roja con miras al partido amistoso de este viernes contra Perú. "¿Cómo uno va a estar contento cuando no juega? Menos yo, que soy un jugador que siempre ha luchado, que ha estado en los mejores equipos del mundo", dijo al bajar del avión.

Seguramente, al mediocampista nacional nunca se le pasó por la cabeza que su suplencia iba a ser tan evidente en los primeros meses en el Barcelona. Es un 'animal' competitivo. Jugó siempre donde fue, se impuso con su fútbol y triunfó. Los títulos con Juventus y Bayern Munich nadie se los regaló. Está claro que le duele mucho el presente que vive en España.

Luego de ingresar a minutos del final contra Tottenham por la Champions League y después de quedarse todo el duelo en la banca ante Valencia, otra vez se le soltaron los dedos en la redes sociales. Un emogi de desagrado y una críptica frase con el personaje bíblico Judas como protagonista dejaron la tendalada. ¿Resultado? Empezó a hablarse más de Vidal por sus reacciones en Instagram que por sus atributos futbolísticos.

El cuadro catalán es un club especial. La 'Filosofía del Barcelona' no es una ficción: existe en la cancha y también fuera de ella, exigiendo un comportamiento vinculado en todo momento con la armonía grupal, la discreción y el respeto. Que haya salido el manager del equipo a decir que Vidal pasó a llevar a sus compañeros no es casual. Refleja que en el club quieren que el mediocampista, en buen chileno, la corte.

Es la primera reacción potente en el Barça. Previamente habían optado por la diplomacia, con Ernesto Valverde como vocero oficial. "Arturo Vidal no me ha dicho nada. No sé si está enfadado por el partido o por un accidente doméstico. No lo sé", afirmó el DT antes de medirse ante Valencia. Sin embargo, la cosa cambió.

Reinaldo Rueda captó e hizo nota del asunto, pues la situación puede llegar a tener un impacto negativo en la Selección. El técnico reconoció que fue uno de los primeros temas que abordó con el mediocampista al integrarse a la disciplina del plantel: "Arturo debe conservar mucho equilibrio. Hablé con él apenas llegó y le pedí cordura y equilibrio. No debe desesperarse".

Mientras, por la vereda de enfrente circulan quienes le 'avivan la cueca'. El discurso de ellos sostiene que la reacción de Vidal es 'normal' en el fútbol, que nadie debe estar contento si no juega regularmente y que ese es el camino para no entregarse a una suplencia sin retorno. Como si Valverde fuera un timorato y definiera a titulares y reservas por sus reacciones.

Si el mediocampista del Barcelona les presta oído a los que le 'hacen barra' en todo, es muy factible que se meta en mayores problemas en el club. Está a tiempo de corregir el rumbo, de hacerle caso a Rueda y, gracias a su enorme jerarquía futbolística, revertir la situación.

Incluso en esta pasada por Miami para enfrentar a Perú con la Roja, Vidal podría darse un tiempo para una charla con Iván Zamorano, quien reside en la ciudad estadounidense. En 1994, eufemísticamente, Jorge Valdano le dijo al ex goleador que agarrara sus cosas y se fuera del Real Madrid, pero finalmente el chileno fue clave en el título de liga que logró el cuadro merengue en la temporada.

Zamorano le torció la mano al entrenador argentino. Lo hizo agachando la cabeza, cerrando la boca y 'matándose' en cada entrenamiento. Nada de entrevistas (en ese tiempo no existían las redes sociales, por supuesto) expresando enojo y molestia. Lo suyo fue silencio, actitud positiva y trabajo duro. Vidal comparte estos atributos con otro de los más grandes del fútbol chileno. Si no pierde la perspectiva, prontamente será fijo en el mediocampo del Barcelona.