Entrevista AS
La ilusión de Malla: "Sigo pensando que puedo ser Top 100"
El campeón del mundo Sub 14 en 2010 revela a AS los duros meses que pasó en Europa que lo llevaron a retirarse temporalmente por falta de dinero. Hoy trabaja con Sergio Cortés y ya ganó un título. "Ahora lucho cada punto", dice.
La carrera de Bastián Malla (22) ha dado muchos giros. Hace ocho años apareció como una de las nuevas promesas del tenis chileno después de coronarse junto a Christian Garín y Sebastián Santibáñez en el Mundial Sub 14 de Prostejov, pero luego una serie de malas decisiones y errores no le permitieron consolidarse en el profesionalismo y lo tuvieron al borde del retiro. Después de tres meses sin competir por falta de dinero, el antofagastino analiza su renacer con AS Chile desde Lima, donde la semana pasada ganó el Futuro 2 de Perú y ahora busca su segunda final al hilo.
"Me entrené tres semanas antes de venir. Antes no sabía si ponerme a estudiar a trabajar, la estaba pasando mal, fue un caos volver y no sabía cómo hacerlo", comenta desde el país incaico.
Hace un mes comenzó a trabajar con Sergio Cortés. El ex tenista ha sido fundamental en su notable regreso al circuito. "'Checho' fue a mi casa y me dijo que no me podía perder como jugador y le dije que me ayudara. Le dije a mi papá que me pagara un gimnasio para poder ponerme lo mejor posible. No sé muy bien cómo fue el proceso, pero 'Checho' me consiguió sponsor y dinero para viajar".
La situación más crítica la vivió en Italia, a mitad de año. "No tenía plata para pagar el player zone ni para entrenar. Llegaba a jugar solamente. En uno de los primeros torneos caí en cama con fiebre, no estaba en condiciones de competir. Perdí 6-0 y me retiré en singles y no jugué el dobles. No sabía que aquello me impedía jugar la qualy del torneo siguiente y la posterior semana venía uno de 25 mil dólares y no me daba el ránking para jugar. Se me vino todo abajo".
-¿Cuánto lo golpeó ese hecho?
Fue duro, porque no podía jugar. Mi intención era estar allá un mes y medio y devolverme, pero me tuve que devolver antes y me costó porque no tenía plata. Mi papá me ayudó con el pasaje. Comer carne o pollo era casi imposible, no podía comer más cosas como tallarines o incluso pizza porque era lo más barato.
-¿Se le acercó algún apostador para tentarlo aprovechando su situación?
Nunca y tampoco aceptaría. Primero porque si fuera por eso me hubiese ido a trabajar con un sueldo fijo a algún lado y segundo porque mi papá me mata (risas). Jamás me ha pasado y nunca tomaría una oferta así.
-¿Pensó en el retiro después de lo sucedido allá?
Lo pensé, pero siempre sentía que tenía el nivel para jugar. Quería trabajar, o jugar en interclubes, pero quería algo con el tenis.
"Me asesoré muy mal (...) Pensé llegar al Top 100 a mi manera pero necesitaba un equipo"
-¿Qué cambió ahora?
La verdad es que acá no me sentí muy bien los primeros días. La derecha con poca confianza, el revés lo mismo, sacando mal. Las cosas se fueron dando día a día. Le di más énfasis a mi cuerpo. Me ordené dentro de la cancha. Todo lo que pasé en Italia me llevó a luchar cada punto. Todas las situaciones complejas en los partidos las saqué adelante. La espalda y la pierna me dolía mucho y no estaba en condiciones. Jugué el martes y me quedó dura la espalda. Seguí igual. Recuerdo que en la semifinal en un primer saque sentí un dolor muy fuerte y me aguanté el dolor la semana. Me tomé unos analgésicos y pude seguir.
-Su entrenador decía que el servicio es uno de los puntos a mejorar para dar el salto. ¿Coincide?
Totalmente. El saque es el 50 por ciento del partido, pero hoy no me complica tanto. Me hicieron exámenes y podía mejorar. Tengo contemplado jugar Lima, voy a Guayaquil. Me gustaría ver en qué nivel estoy. Tengo ganas de jugar. He ganado mucha confianza estas semanas y quiero probarme en ese nivel.
-En 2016 usted dijo que sería Top 100. ¿Lo dijo convencido o era una ilusión?
Yo lo pensaba y sigo pensando que puedo estar Top 100. Tengo los tiros, el talento y el físico, aunque esto último sé que debo seguir mejorándolo. No quiero que suene de agrandado, pero mucha gente me lo dice. Entrenadores de varias partes me comentan que les gusta mi juego. Lo que pasa es que hice las cosas muy mal cuando era más chico. No tenía preparadores, no tenía entrenador. Me asesoré muy mal, cometí muchos errores, era muy joven. Pensé llegar al Top 100 a mi manera pero necesitaba un equipo.
-¿Y lo piensa en un corto plazo?
Todo depende de los resultados y sé que me falta mejorar. De aquí a un año estar 200 sería algo muy positivo.
-Su coach dijo que le gustaría que termine el año entre los mejores 400 del mundo...
Si me va bien esta semana podría cumplirlo. He ganado buenos partidos y me siento con más confianza. Creo que es una meta realista.