Las culpas de Soteldo
Yeferson Soteldo no jugará ante Everton porque llegó tarde a un entrenamiento después de haber estado la noche anterior en un local nocturno. La medida disciplinaria la tomó el técnico Frank Kudelka, quien días antes y cuando le preguntaron por el nivel del venezolano ante Palestino por la Copa Chile, explicó que se debía a que “su señora está embarazada y él la ayuda por las noches”.
Soteldo no es el primero ni será el último futbolista en llegar trasnochado o, literalmente como se dice en Chile, "con la caña" a un entrenamiento. Historias hay miles, para bien y para mal. Jugadores que salían durante la semana y el día del partido eran los mejores. Otros, en cambio, evidenciaban el rigor de la noche.
Los hechos, al menos los que se conocen, no son de gravedad. Sin embargo, el venezolano está en un momento clave de su carrera y lo que pase en los próximos meses pueden marcar su destino futbolístico.
Soteldo es el mejor jugador de la U en este 2018, pese a que ni con Hoyos ni con Kudelka los azules han sido un equipo sólido. Ha sido el más desequilibrante en partidos y jugadas relevantes. Es el segundo que más minutos disputó, detrás de Johnny Herrera, pero quien jugó más partidos. Nadie ha dado tantas asistencias con los azules como el venezolano y, con sus tres goles, es el segundo anotador del equipo actual detrás de Nicolás Guerra.
Suena muy bien todo, pero aún es insuficiente para el potencial que tiene el venezolano. Lo saben en Universidad de Chile, donde quieren mantenerlo un año más, y lo tiene claro Kudelka, quien ha declarado que le gustaría guiar el crecimiento del jugador. El tema es que lo entienda Soteldo. La indisciplina por la que no estará ante Everton evidencia que aún no lo tiene claro.
El 2019 puede ser el año del venezolano. La U posiblemente estará en alguna copa internacional y contará con un equipo más ordenado y regular. Su rendimiento debería ir en alza. Además, su selección disputará la Copa América y para Rafael Dudamel, técnico de Venezuela, Yeferson es una de sus sandías caladas.
Sólo depende de Soteldo dar el paso correcto y no quedarse en las buenas intenciones y las promesas. Muchos como él no lo aprovecharon y, con el correr de los años, lo siguen lamentando.