NBA | BLAZERS 128 - LAKERS 119
Los Blazers opacan el estreno de LeBron con los Lakers
Lillard fue el máximo anotador, pero estuvo bien escoltado por McCollum y Stauskas. Los Lakers no tuvieron respuestas defensivas.
Había muchas ganas entre los aficionados de los Lakers de ver este debut, pero la piel no puede hacer que se pierda de vista la cabeza. Éste es aún un equipo por hacer, por mucho que LeBron James ya haya aterrizado en él y se haya vestido por primera vez con su camiseta en un partido oficial de la NBA.
Los Lakers cayeron en Portland por 16ª ocasión consecutiva, una tendencia que tampoco cambia la llegada de James, completando un partido que acabó 128-119.
Empezó todo a ritmo de corneta. Se abrió el partido y todos salieron pasados de revoluciones, también un LeBron James que dejaba dos secuencias para iniciar su cuenta de puntos que ya hicieron rentable el pago de la entrada. Pero a esos primeros minutos, como ya iba a ser tendencia durante todo el partido, reaccionaron mejor los Trail Blazers.
A los primeros descansos de James se unió la explosión entre el final del primer cuarto y el principio del segundo de Nik Stauskas. ¡No podía fallar! Por inesperado fue más sorpresa, pero es que meter 16 puntos en 6 minutos no es ninguna bobería. Los de Oregón tomaban ahí cierta ventaja, rozando la decena de puntos.
En la segunda parte vimos a los Lakers que se quiere construir. El quinteto formado por Kuzma, McGee, Hart, Rondo y Stephenson dio réditos suficientes como para que Walton creyera que podían luchar por el partido. Ingram tiró del carro sin convicción pero con acierto y James dio bocanadas para dejar sin aliento al contrario.
El chicle se estiró durante toda la segunda mitad. Lo mismo los Lakers estaban perdiendo de ocho que se ponían por delante o empataban. Pero eso fue antes de que apareciera ya sin remedio conocido por los angelinos el dúo-estrella de Portland: Damian Lillard y C.J. McCollum. Fue el primero de ellos el que, cogiendo la responsabilidad de irse contra el aro, el que ponía la puntilla cuando Josh Hart se propuso la remontada ya tardía.
Los Blazers le dedican esta victoria a Paul Allen, su carismático propietario fallecido esta semana, y abren con esperanza la nueva temporada.