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Hernández

La vida sin Libertadores

Con todo, si Tapia accede a la Sudamericana tiene una opción de quedarse. Si sale de la zona de clasificación, está afuera. No hay dos lecturas.

Actualizado a
Futbol, O'Higgins  vs Colo Colo. 
 Vigesimo Sexta fecha, campeonato 2018.
 
 El jugador de Colo Colo Valdivia, se lamenta tras desperdiciar una ocasion de gol contra O’Higgins durante el partido de primera division disputado en el  estadio El Teniente en Rancagua, Chile.
 
 20/10/2018 
 Jorge Loyola/Photosport
  
 Football, O'Higgins  vs Colo Colo.
 Twenty-sixth date, Championship 2018.
 
 Colo Colo player Valdivia reacts after wasting a chance of goal against O’Higgins during the first division football match at the El Teniente Stadium in Rancagua, Chile.
 
 20/10/2018 
 Jorge Loyola/Photosport
JORGE LOYOLA/PHOTOSPORT

El empate con sabor a derrota en Rancagua no cambia mayormente las cosas para Colo Colo. El Cacique está afuera de la Copa Libertadores 2019 y debe aferrarse a una de las plazas para la Copa Sudamericana. La transición es evidente y el espaldarazo de Jorge Valdivia a Héctor Tapia a mitad se semana apunta en esa dirección. Si el Mago salió a decir que el técnico merece crédito para armar su equipo el año venidero es porque el foco está puesto a dos bandas. Una señal inequívoca de que también se mira, y no de reojo precisamente, la próxima temporada.

Lo de Valdivia es un nítido ejemplo de lo anterior, pero no el único. El anuncio de Marcelo Espina, a través de las redes sociales de Colo Colo, respecto de la creación y funcionamiento de la Oficina Técnica se enmarca en el mismo contexto. De igual modo, los recados que en off están enviando los jugadores que vencen contrato o aquellos que teniendo un vínculo vigente han actuado poco como Jaime Valdés, sorpresivo titular este sábado. ¿Un caso más? Julio Barroso que termina contrato en diciembre y entrevistado por ADN confesó que pese a la indefinición del club quiere quedarse. O’Higgins estaría tras sus pasos.

Es una obviedad, pero tal como aseveró Valdivia, los resultados mandan en el fútbol. Y, más allá de las matemáticas, la realidad indica que el Cacique no podrá revalidar su campaña en la Libertadores 2019. Una mala noticia que podría derivar en un hecho desastroso si el equipo de Tapia no accede a la Copa Sudamericana. La historia del club impone tener presencia internacional. De no lograrla, hay que replantearse muchas cosas. ¿Un botón de muestra en ese escenario? El arco. ¿Conviene renovarle a Agustín Orión o hay que darle la responsabilidad a Bryan Cortés? El ex meta de Boca es un arquero solvente y, a esta altura, identificado con el club, pero joven iquiqueño pide cancha y su actuación por la Roja ante México pasó a ser parte del análisis.

La definición de Espina sobre los criterios con que operará la Oficina Técnica es un signo de los tiempos que vienen en Colo Colo: seguimiento y trabajo con gente joven, en un rango que va de 20 a 27 años. Esta temporada el equipo se benefició de la jerarquía de Orión, Barroso, Fierro, Valdés, Valdivia, Barrios y Paredes, la mayoría decisivos en la histórica clasificación a cuartos de final de la Libertadores, pero, al mismo tiempo, quedó demostrado que la veteranía del plantel le jugó en contra en la carrera larga, en la misión de sostener con el mismo nivel de competitividad ambos frentes. En ese importante objetivo el proyecto deportivo de Tapia fracasó.

El técnico de Colo Colo tiene hoy el estadio en contra. Las redes sociales arden en críticas y lo someten a un altísimo nivel de exposición. En las próximas semanas, además de las decisiones técnicas que deben adoptar Espina y el directorio de Blanco y Negro, la pregunta es qué tan determinante para su continuidad será la presión ambiente. Valdivia, por lo pronto, hizo un primer movimiento para blindarlo.

Con todo, si Tapia accede a la Sudamericana tiene una opción de quedarse. Si sale de la zona de clasificación, está afuera. No hay dos lecturas.

A este Colo Colo nadie le pedía llegar lejos en la Libertadores y ser campeón del torneo nacional. La ecuación era prácticamente imposible. Pero meterse entre los ocho mejores equipos de la copa y, en paralelo, clasificar a la edición de 2019 entrando entre los tres primeros del campeonato local, no era un despropósito. Si los albos estuvieran cumpliendo la campaña de Antofagasta, nadie diría nada.

El empate de este sábado en Rancagua hizo que la estadística sea aún más lapidaria para Colo Colo que totaliza, entre la Libertadores y el torneo nacional, ocho partidos sin ganar. Demasiado. Una eternidad. Lamentable, además, para un equipo que siempre debe ser protagonista de todo lo que juegue. Porque sea o no tu equipo, te simpaticen o no los albos, al fútbol chileno no le hace bien que el Cacique esté en crisis