El silencioso enemigo de los deportistas

Las complicaciones que se puedan tener por la salida de hongos en los pies pueden ser combatidas de manera simple con cremas y otros medicamentos afines, pero cuando éstos llegan a las uñas se produce la onicomicosis: una infección frecuente "que puede afectar entre el 4% y el 18% de la población", advierte el doctor Ivanhoe Ortega, de la Clínica Cince.

Según el Dr. Ortega, la onicomicosis "aumenta su prevalencia con la edad, y también se dan más casos en algunos grupos concretos, como los deportistas o los diabéticos debido a que están más tiempo expuestos al contacto con el hongo".

Y la mejor forma de combatirlo, por efectividad y tiempo de tratamiento, es mediante la terapia láser que a diferencia de los medicamentos, no es tóxico ni agresivo para el hígado. En la Clínica Cince (Fidel Oteiza 1971, segundo piso) poseen este método, que tras la evaluación de un kinesiólogo, puede durar hasta 6 sesiones (las primeras 4 una vez a la semana y después mensuales). El valor es de $30.000 por sesión.

Según cuenta el doctor Ortega, "la terapia láser posee una capacidad denominada fototermólisis selectiva (luz concentrada que es capaz de penetrar a la uña), cuyo principio básico es la destrucción específica del hongo con daño mínimo para los tejidos alrededor de la uña".

De todos modos, existe la forma de prevenir. " Los hongos conviven con nosotros sin causar infección hasta que aparecen ciertas condiciones que los favorecen, como traumatismos o golpes en las uñas, el envejecimiento (debido a que disminuyen las defensas del cuerpo), los atletas porque mantienen los pies húmedos por más tiempo, tener pie de atleta, la diabetes, enfermedades de la piel como psoriasis y tener familiares con onicomicosis tanto por predisposición genética como por posible transmisión del hongo", asegura el Dr. Ortega.

Entre las medidas preventivas está el evitar traumatismos en los pies, mantener el pie seco y aireado, utilizar polvos secantes dentro de las zapatillas cuando se realiza deporte, mantener medidas de higiene básicas, detectar alteraciones en las uñas de forma precoz y no compartir calzado con familiares o amigos, especialmente con aquellos que puedan tener onicomicosis.