ADN RadioConcierto Radio
NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Larga vida a los torneos largos

Si alguien pensó que los torneos largos serían un aburrimiento porque los equipos grandes iban a monopolizar los primeros lugares y repartirse las tres plazas a la Copa Libertadores estaba en un profundo error. El retorno al campeonato de dos ruedas trajo grandes sorpresas y una enorme desilusión, por ejemplo, para los seguidores de Colo Colo que prematuramente quedó fuera de la carrera por el título y hoy rasguña el último boleto a la Copa Sudamericana.

El cambio de formato fue un tremendo acierto. Aunque más de un viudo de los campeonatos cortos o los playoffs opine lo contrario.

Hoy, en tierra derecha del torneo, en todos los partidos se juega algo. Y se agradece. Independiente de que la motivación sea el título, un torneo internacional o zafar del descenso. El rango va desde la gloria total, alcanzar el máximo objetivo, hasta el más conmovedor sentido de supervivencia. En la parte baja, Temuco volvió de la muerte y sigue respirando mientras que San Luis jugará el próximo fin de semana una final con la U que, en caso de ganar, obtendría temporalmente a un pasaje directo a la fase de grupos de la Copa Libertadores. No se podría haber digitado mejor. Partidazo.

Los campeonatos largos están indisolublemente vinculados a los procesos. Un trabajo serio, bien llevado, no la caricatura que usualmente lo desacredita. Está probado que una temporada completa, con buenos resultados, no es pensable sin un trabajo de base, un plantel bien armado, relevos adecuados, promoción de jugadores jóvenes y un entrenador empoderado y con liderazgo. Católica, Universidad de Concepción y Antofagasta dan prueba de ello. La U, se ha ido acomodando, pero logró meterse arriba porque Kudelka es un técnico calificado y con carácter y el plantel, más allá de las lesiones y ciertos bajos rendimientos, está muy por sobre la media del fútbol chileno.

Como el fútbol local está expuesto a las grúas de mitad de temporada y, en especial, a la generosa billetera de la liga mexicana, La Calera sería también un buen ejemplo. Pero perdió los goles de Brian Fernández y no los recuperó con el fichaje de Discoteca Núñez. El hoy delantero del Necaxa, al término de la primera rueda dejó al equipo tercero a sólo tres puntos de Católica. Tanto su partida como la de Gabriel Arias pegaron fuerte en cuadro cementero.

A esta altura, un año atrás ya tendríamos un campeón y un segundo ad portas, pero concediendo que el vértigo de la carrera corta posee un evidente atractivo y favorece a los equipos que se prenden y meten una buena racha, el cambio debe ser visto como algo favorable y, en el tiempo, propiciar un mayor nivel de competencia y llevar a los clubes a la toma de mejores decisiones. No es saludable que dos tercios de los equipos hayan cambiado de entrenador o que Colo Colo esté en una posición tan desmejorada. Pablo Guede habrá ganado los clásicos, pero armó mal el plantel para un torneo de largo aliento y Héctor Tapia se equivocó al reforzar el plantel en zonas donde estaba cubierto. Para el Cacique era clave contratar jugadores jóvenes, delanteros por fuera, extremos veloces, pero trajo de regreso a Esteban Pavez, un jugador probado, pero innecesario en esta etapa.

Así como Colo Colo está pagando caro sus errores en el ámbito interno, la U surfea y se metió casi por la ventana en la lucha por el título. Católica, en cambio, pese a todo lo que le cuesta ganar fuera de San Carlos tiene, con jugadores de casa y un plantel mucho más barato, la primera opción para quedarse con el título. Un campeonato que, de seguro, obligará a sacar muchas conclusiones, reenfocar el trabajo de varios clubes y, en el caso de los albos, comprender que la Copa Chile hay que tomársela en serio porque a sus hinchas no les hace ninguna gracia quedar fuera de la Copa Libertadores por primera vez en cuatro años.