La elección más extraña de la historia

La mañana del jueves, tanto Sebastián Moreno como Jorge Uauy estaban convencidos de que iban a obtener la presidencia de la ANFP en segunda vuelta. Ambos contaban como seguro el voto de Unión Española, el club que más se hizo de querer en esta elección y que, más allá de prebendas o garantías futuras, solicitaba a ambos candidatos una sola cosa: reconocimiento público el aporte que ha hecho Jorge Segovia al fútbol chileno.

Ganó Moreno en un desenlace digno de un thriller. Estuvo a un voto de perder en la segunda y tercera rondas para terminar imponiéndose en la cuarta, gracias a Cobreloa y Unión. En las cuatro votaciones, los hispanos fueron dos veces por Moreno y dos por Uauy. Insólito.

Cosas que llaman la atención. Harold Mayne-Nicholls era el candidato del pueblo, según las encuestas, un capital valioso que en ningún caso sitúa al periodista en la vereda del perdedor, pese a que se tuvo que ir en la primera ronda. Pero el clamor popular poco y nada pesa en la 'industria del fútbol'. Una señal simple y sencilla que evidencia algo que no ha cambiado: la poca conexión que existe entre el mundo de los dueños del show y el mundo de los consumidores del fútbol.

Moreno lideró una lista ganadora que no contó con el apoyo de ninguno de los tres clubes grandes y que tuvo como sustento de su ideología el no unirse al grupo del factoring. La elección será recordada por lo extraña, por el suspenso que tuvo y porque evidencia las tremendas distancias que hay dentro del mundo del fútbol chileno.