U. CATÓLICA CAMPEÓN
Las claves del título de Católica
El cuadro de San José no fue un equipo con grandes luces, más bien se emparentó con la prudencia en la cancha y, en ese plano, algunos factores resultaron cruciales.
Universidad Católica soportó la fuerte presión en la tabla de posiciones de Universidad de Chile y terminó quedándose con el título del Torneo Nacional. Meritoria la campaña de los cruzados, bajo el mando de Beñat San José: fueron líderes durante todo 2018 y también ratificaron su buen nivel en el desenlace del campeonato.
El dominio de la UC se hizo, a la postre, incontrarrestable por algunos aspectos clave en el curso de la temporada que llegó a su fin. Factores que le otorgaron una identidad como equipo y asimismo le permitieron superar a todos a sus contrincantes en la clasificación del torneo.
Seguridad defensiva
La idea de que un buen equipo se arma desde atrás hacia adelante cobró amplia vida en el modelo de juego de los cruzados. Los dirigidos por San José lideraron a los equipos con menos goles en contra, merced a un buen trabajo colectivo en la transición defensiva (rearmado veloz del esquema posicional una vez perdido el balón) y al buen actuar del arquero Matías Dituro.
Ataque poco, pero letal
La UC no fue un equipo que se desató en ataque con cuatro delanteros más la subida de los laterales y el apoyo ofensivo de uno u otro mediocampista. Buscó anotar no con alta frecuencia de maniobras colectivas, más bien en acciones esporádicas, pero a fondo y con gran peligro.
En este plano marcó una fuerte diferencia respecto del bicampeonato anterior, en la gestión de Mario Salas, con una postura prudente. Sin embargo, no por ello menos eficaz en ofensiva.
Mediocampo, la zona vital
Dos de los mejores hombres en la campaña de Católica fueron Luciano Aued y Diego Buonanotte. Con su trajín permanente y amplia generación de juego, liderazgo y correcta ubicación posicional, ambos convirtieron a la zona de volante como la más trascendente en el funcionamiento del equipo.
En la primera parte de 2018, la búsqueda del tercer mediocampista fue intensa hasta dar con Ignacio Saavedra. El Sub 20, con criterio, gran ubicuidad por delante de la línea defensiva y buen manejo del balón, fue el gran hallazgo del año.
Adaptabilidad táctica
En cuanto a calidad de fútbol, la campaña de la UC no será recordada entre las mejores de la historia de los cruzados. Sin duda que en los dos títulos anteriores, el equipo se acercaba más al estilo incrustado en el ADN del club: buen trato del balón, ataque constante y buenas individualidades al servicio del equipo.
Ahora, el cuadro de San José fue, antes que todo, una oncena funcional a las contingencias de los partidos, en momentos puntuales, para apurar en ataque y vencer. También para retroceder hasta su área para salvaguardar un empate con visos de triunfo.