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¿Y la autocrítica, Lucas?

"Lo que empieza mal, termina mal", es una frase repetidísima, pero muy aplicable al caso de Lucas Barrios. En su primer intento por volver a Colo Colo se enredó en una trama que acabó con duras frases contra Aníbal Mosa, quien incluso había viajado a Buenos Aires a buscarlo. Nunca se supo bien qué pasó y todo quedó en el aire. Las interpretaciones abundaron y eso solo sirvió para enrarecer aún más el siempre tenso clima interno de Colo Colo.

Lo mismo terminó ocurriendo ahora. Tras cinco meses en el club, se fue dejando dudas en varias de sus frases de despedida. "Nunca me borré", repitió con insistencia, sin dejar claro si eso significaba que otros sí lo hacían. "Tengo códigos", se defendía. "¿Cuántas llegadas tuvimos el domingo? Entonces cómo quieren que hagan goles", fue otra de sus respuestas, en clara crítica a sus compañeros. "Colo Colo está muy dividido (en lo dirigencial)", también dijo, pero eso es algo que él ya sabía desde aquel polémico episodio con Mosa.

Sin embargo, poco habló de los insólitos goles que se perdió: al Cacique pudo darle el triunfo en los minutos finales contra O'Higgins, pero falló solo frente a Pinto. Contra Iquique no pudo transformar en gol un cabezazo casi en área chica y ante Everton le dio 'mordido' cuando estaba en inmejorable posición ante Toselli. Es cierto que puede fallar, pero el problema no fue que el balón no le llegara nunca, como trató de esbozar en su despedida.

Puede ser lícito que no se sienta cómodo, pero también podría interpretarse como que ahora, cuando las cosas están complejas, prefiere irse. En su primera etapa en el club todo funcionaba perfecto, o al menos eso parecía. Y él era la gran estrella. Ahora debió conformarse con un rol secundario, tanto por el nivel de Paredes como por su bajo rendimiento individual.

Así, con tres goles en el torneo nacional y uno en la Libertadores, Barrios decidió irse. Con poca autocrítica, variadas excusas y un sinfín de dudas sobre los reales motivos de su partida. Tal vez eso sea peor que una disputa dirigencial o el no haber tenido muchos pases gol en todo el semestre.