¿Paredes y Valdivia encajan en el nuevo Colo Colo?
Lleva pocos días entrenando y aún no se presenta en público. Por lo tanto, habrá que esperar hasta el próximo 19 de enero para observar en el terreno de juego los contenidos futbolísticos que ofrecerá el nuevo Colo Colo de Mario Salas.
En esa jornada, el Cacique recibirá a Estudiantes de La Plata en otra versión de la noche alba. Antes habrá enfrentado a Real Pilar y Platense en Argentina, a puertas cerradas, por lo que solo en el Monumental veremos si los conceptos característicos del DT chileno adquieren cuerpo en el plantel que ahora dirige.
Sin embargo, ya hay un tema de índole táctica que comienza a adquirir fuerza en el entorno del Cacique. ¿De qué manera los experimentados Esteban Paredes y Jorge Valdivia podrán insertarse en el fútbol de máxima intensidad que propone Salas?
El DT abordó el asunto en la primera conferencia de prensa brindada durante la actual pretemporada. Resumiendo, aseguró que el ritmo alto de juego también está alimentado por la velocidad en la toma de decisiones y la capacidad técnica para ejecutar lo que el cerebro procesa en fracciones de segundo. Fue un respaldo pleno para los cracks.
No obstante, la gran duda que surge al respecto está vinculada con el accionar de Paredes y Valdivia en la fase defensiva de este nuevo Colo Colo. En el pasado, y bajo la conducción de Pablo Guede y Héctor Tapia, ambos se involucraban en tales labores con la maniobra rival ya bien adelantada en el campo de juego.
Su reconversión (paso del ataque a la defensa) no era instantánea y, como el Cacique retrocedía y esperaba cerca de su área, el tema no cobraba tanta relevancia. Se entendía como un asunto táctico en concordancia con la etapa avanzada de las carreras de los ídolos albos. Era el momento del jugar cómo se puede y, si se ganaba, no había problema.
Ahora será totalmente distinto. Salas exige un despliegue inmediato para recuperar el balón, con acciones individuales coordinadas y entrelazadas que dan vida a un eficaz bloque de presión colectiva. Hay poco margen para el respiro, tras la pérdida de la pelota. Y si el oponente consigue progresar en la cancha la labor de 'correteo' se traslada algunos metros más atrás, pero no cesa.
Tras años de circo, nadie les va a enseñar a Paredes y Valdivia cómo ubicarse en la cancha. Tienen oficio y tendrán que emplearlo. En el esquema de Salas, el '9' y el '10' comandan la presión sobre los zagueros y el volante central, en una demanda extra a las obligaciones ofensivas exigidas. Estando bien parados en las zonas de acción de cada puesto y con la disposición a intervenir al tiro defensivamente, esa labor se puede tornar mucho más factible.