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Cuando Carlos Heller aseguró la continuidad de Yeferson Soteldo en Universidad de Chile, inmediatamente recordé la conferencia en la que se anunció que Mauricio Pinilla ya no era más jugador del club. Al parecer, en Azul Azul no aprendieron la lección y tropezaron dos veces con la misma piedra.

Y es que los azules se ganaron un problema gratuito. Porque no se trata sólo de que Soteldo no siga, algo que por lo demás, el mismo Sabino Aguad había dicho hace algunas semanas -aunque después se desdijo de lo que había dicho que dijo-, se trata de asegurar algo que en rigor, no estaba asegurado.

Que la culpa es de Huachipato, que el jugador, que los representantes. La historia en el fútbol es más vieja que el hilo negro: si no hay nada firmado, nadie puede asegurar nada.

El problema es que Azul Azul había cometido el mismo error hace apenas unos meses, cuando en una conferencia aseguraron la desvinculación de Mauricio Pinilla. Es esa conferencia, entre otras pruebas, las que hoy obligan a la U que a tener que pagarle una millonaria suma al delantero.

Con el tema del estadio ha sido más o menos parecido. Cada cierto tiempo reaparece el tema, pero sin nada serio que avale avances en una posible construcción. Nuevamente, sin nada firmado.

Lo cierto es que Soteldo ya no está y ahora el problema es de Kudelka, que deberá pensar en cómo reemplazar a un jugador que quería, por la esperanza de lo que podía mostrar, pero que finalmente, no consolidó en Universidad de Chile.