¡Chile vuelve al Grupo Mundial!

El desahogo de Christian Garín fue evidente. Se tiró al suelo, alzó los brazos y recibió el abrazo de todo el equipo chileno, en plena cancha. Estaba feliz. Quizá se transformó en uno de los días más felices de su vida. Logró su ansiada revancha, le dio la serie a Chile y, además, metió al equipo al Grupo Mundial tras ocho años, luego de vencer a Jurij Radionov por 6-2 y 6-1.

Los seguidores locales no lo podían creer. Se transformaron en testigos privilegiados de una eufórica celebración que no estaba en sus planes. Vieron cómo Chile logró dar vuelta una serie que se tornó compleja tras la caída del dobles.

Nicolás Massú festejaba con la barra. Así cumplía su promesa interna de devolver a Chile a la elite del tenis y, de paso, justificaba su determinación de jugársela por los singlistas en el desenlace de la serie, tras evitar la sobreexigencia de Jarry en el dobles.

Lo de Garín en la cancha del Arena Salzburgo fue imponente. Su dominio fue absoluto. De principio a fin. Muestra de ello fueron los dos quiebres que logró en el primer set, que encaminaron su triunfo de ensueño.

Con la confianza a tope, siguió dando cátedra al austríaco, en una jornada memorable en la que mostró una de sus mejores presentaciones en su historial copero.

En el segundo set no cambió la tónica del encuentro. Logró un rápido quiebre en el segundo juego y mantuvo su servicio sin contemplaciones. El público local no lo podía creer. Incluso algunos, los más negativos, se retiraron del luchan cuando el marcador indicaba 4-1 en favor del chileno.

De esta manera, Chile vuelve a soñar en grande y volverá a tomarse con los mejores del momento en el Grupo Mundial, gracias a un sufrido triunfo, pero que, sin duda, quedará en la historia del tenis chileno.