U. de Concepción 2 - U. de Chile 1
El calvario de la U se extiende
Universidad de Concepción amargó el debut de Alfredo Arias. El uruguayo perdió en su estreno en el conjunto azul, que realizó un gran primer tiempo, pero no liquidó el duelo.
Solo pasaron dos minutos para que la nueva U festejara. Una gran combinación por la izquierda terminó con un centro de Jimmy Martínez para Matías Rodríguez, quien fusiló a Cristián Muñoz. Ángelo Henríquez no logró definir y la pelota le cayó al lateral quien se acerca a los 50 goles en el club.
Como el marcador se movió tan rápido, no hubo tiempo para analizar la nueva disposición táctica de la U. Atrás jugó con una línea de tres, comandada por Sergio Vittor, acompañado por Lucas Alarcón y Diego Carrasco. La otra gran novedad fue la de Pablo Parra como enganche.
Los azules no se conformaron con el 1-0 y buscaron más de forma inmediata. Un cabezazo de Nicolás Guerra y un posterior remate de Jimmy Martínez dejaban en claro la postura del conjunto de Arias, que presionaba alto a los penquistas.
Luego de media hora, Universidad de Concepción despertó. Primero con un mal despeje de Lucas Alarcón que atrapó Johnny Herrera en su primera intervención de la tarde. Luego, con un zurdazo impecable de Hugo Droguett que dio en el ángulo.
La segunda etapa se inició con un brillante achique de Herrera ante Josepmir Ballón. El capitán azul evitó el gol con su rostro.
En el minuto 52, Ángelo Henríquez tuvo la oportunidad de liquidar el partido. El '9' azul recibió una gran asistencia de Nicolás Oroz, pero no logró superar a Muñoz. Esa acción cambió el partido.
A los 60', Rafael Caroca perdió la pelota en la salida y el Campanil no perdonó. Nicolás Maturana dejó mano a mano a Patricio Rubio que definió con un remate rasante que dejó sin opción a Herrera.
El calvario azul no se detuvo. En el minuto 71, Nicolás Orellana anticipó a Caroca y con un cabezazo batió a Herrera.
Los hinchas de la U descargaron su impotencia con cánticos en contra de Azul Azul y Carlos Heller y lanzaron bengalas y fuegos artificiales que detuvieron el duelo.
El desorden se apoderó de la U que fue con amor propio, pero sin fútbol. Universidad de Chile extiende su calvario.