Una convulsionada Rosario espera a la UC antes de un duelo calve
Rosario Central recibe a los cruzados en plena crisis que ya lo hace pensar en el descenso para el próximo torneo. En casa no ganan desde noviembre y han sido eliminados de casi todos los torneos.
Rosario, una de las ciudades mas futbolizadas de Argentina, está triste. Central se enfrenta esta noche a la UC por Copa Libertadores pero en la cabeza de los hinchas hay preocupaciones mucho más importantes: el descenso del próximo torneo.
El 'Canalla' realizó una pésima Superliga y como consecuencia bajó considerablemente su promedio y luchará en los puestos de abajo en la próxima edición de la liga argentina. Newell’s, su archirrival, vive algo similar. Además, ambos clubes ya quedaron afuera de la Copa Superliga, el certamen que se creó sobre la marcha en el país transandino tras darse cuenta que el fixture del torneo local dejaría a los clubes sin fútbol durante meses antes de la Copa América.
Central, en la Libertadores, prácticamente está cumpliendo con el fixture. Con solo un punto de 12 posibles, los argentinos cierran el Grupo H y el ánimo no es el mejor. De hecho, lo que reina en una mitad de la ciudad es la desesperación. Desde los dirigentes hasta los hinchas. Sólo este año, ha tenido tres técnicos: Edgardo Bauza, Paulo Ferrari -interino que fue respaldado en el cargo y luego duró solo 20 días como DT- y Diego Cocca.
No han sido los únicos fracasos. Hace unos meses fue eliminado de la Copa Argentina a manos de Sol de Mayo, club del Torneo Federal A, siendo una de las mayores humillaciones de su historia.
Si bien Rosario Central es un club que está acostumbrado al sufrimiento, lo sucedido a fines del año pasado había ilusionado a todo el mundo canalla. Tras 30 años sin títulos, el cuadro del interior se adjudicó la Copa Argentina frente a Gimnasia. Se pensó en una nueva era ganadora, pero las decepciones se han sumado sin parar.
En las redes sociales, la impotencia de los fanáticos es evidente. El club no gana en casa desde noviembre del año pasado y eso pesa. Lástima. Es por eso que el ambiente en el conjunto rosarino es de pesimismo. A un día del partido, las calles están desiertas, sin camisetas que mostrar. Eso sí, se espera un gran marco en el penúltimo duelo del Grupo H, fiel a lo que caracteriza al pasional seguidor de la ciudad de Messi y Bielsa.