Llegó el momento de Pulgar en la Roja
Somos harto enredados los chilenos. En el fútbol, todavía más, luego del bicampeonato de América que conquistó la Selección. La principal crítica a la labor de Reinaldo Rueda es que, finalmente, no obtuvo el recambio que todos esperábamos. Decimos que el DT, a la postre, terminó llamando a los jugadores de siempre y que no se atrevió a golpear la mesa con nuevos nombres en la nómina.
También reclamamos, porque Marcelo Díaz no está en el plantel que defenderá los títulos en la Copa América de Brasil. ¿Pero cuando llegó Rueda no quedamos en que una de sus principales tareas consistía en renovar el equipo? Estuvo claro desde el comienzo de su gestión en la Roja que el DT no iba a considerar al mediocampista de Racing de Avellaneda y que el elegido para esa posición sería Erick Pulgar.
Entonces, el volante del Bologna era solo un peón más en una escuadra que, año tras año, lucha por no perder la categoría en la Serie A de Italia. Hoy, las cosas cambiaron completamente para el chileno. Cerró la temporada como el jugador más valioso del plantel y fue muy importante en la aceleración final del equipo para evitar todo peligro en el Calcio. Da la impresión de que Rueda algo de eso percibía y confió a plenitud en sus atributos.
Sin Díaz en el plantel, existe un puesto vacante en el mediocampo de la Roja. Arturo Vidal y Charles Aránguiz serán titulares fijos y no hay que saber mucho para llegar a la conclusión. Ambos vienen de excelentes cierres de temporada, con actuaciones destacadas, aunque con repercusiones disímiles, a raíz de de la trascendencia de sus equipos en Europa. No es lo mismo un gran partido en el Barcelona, que hacer lo propio con el Bayer Leverkusen.
Su acompañante en el mediocampo debe ser Pulgar. Finalizó con honores su cuarta temporada en Italia. Ojo, el éxito nos mal acostumbró. Hoy parece cualquier cosa que un chileno vaya a completar un lustro actuando con regularidad en la Serie A. Es como si llevara todo ese tiempo en cualquier liga del mundo, en el ignoto fútbol de India o en un destino de muchos petrodólares, con buenas presentaciones, marcando goles y un papel preponderante en el equipo.
Por el expediente que sea, resulta notable que un mediocampista central logre seis conquistas durante una temporada en una de la cinco ligas de mayor jerarquía del mundo. También que tenga un promedio 11,5 kilómetros recorridos por partido, cifra que lo ubica entre los mejores del Calcio. Además que, en el iniciante mercado de pases boreal, los 12 millones de euros del valor de su rescisión de contrato sean considerados una bagatela.
En la temporada 2018-2019, el antofagastino actuó como uno de los dos '6' del Bologna, del centro hacia el sector derecho o por el lado contrario. Lo hizo también como único medicampista central, respaldando a los dos volantes mixtos. Desde ese punto de vista, proviene de un contexto táctico perfecto para la idea futbolística de Rueda. El DT habló de jugar con dos mediocampistas centrales y otro ofensivo, aunque en su momento también alineó un '6' junto a un doble '8'.
Que Pulgar creció en su cuarto año en el Calcio no cabe duda. Es un volante con posicionamiento siempre correcto por delante de la línea defensiva, otorgando equilibrio y retardación en los avances rivales por sorpresa. Su buena pegada garantiza salida larga y precisión a distancia, junto a ejecuciones peligrosas en cada balón detenido. Mejoró en la respuesta defensiva, con una dosis de mayor ponderación para encimar adecuadamente y controlar las acciones rivales.
En la antesala de la Copa América, en la Roja no pueden darse el lujo de prescindir de un jugador con esos atributos, sobre todo si fueron pulidos en una liga de alta competitividad internacional. El glorioso paso de Díaz comienza a quedar atrás, ahora es el momento de Pulgar en la Selección.