Uruguay

La nueva vida de ex goleador uruguayo: ahora es camarero

Darío Silva, quien anotó 114 goles en su carrera y tuvo pasos por Sevilla y Málaga, ahora trabaja en una pizzeria. Su vida cambió radicalmente tras un accidente en 2006.

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En los últimos años, Uruguay ha sido tierra fructífera en cuanto a delanteros. Los charrúas han gozado de grandes atacantes, y entre ellos se encuentra Darío Silva, ex jugador que anotó 114 goles a lo largo de su carrera, vistió la camiseta de su selección en 46 oportunidades y marcó en 14 ocasiones.

Sin embargo, su actualidad está completamente alejada de las canchas: hoy trabaja como camarero en una pizzeria de Málaga, debido a su complejo pasar económico. Pero, ¿cómo llegó a esta situación, quien fuese uno de los futbolistas más prometedores de La Celeste desde la década de los 90?

Silva comenzó su carrera en Defensor Sporting (1991), sin embargo, obtuvo mayor reconocimiento en Peñarol, club con el que consiguió tres campeonatos uruguayos. Luego, comenzó su travesía europea, donde registró pasos sin mayor éxito por Cagliari y Español. Tras esto, logró su mejor campaña en el Viejo Continente: arribó al Málaga en 1999, conjunto donde disputó 115 partidos y anotó 37 goles.

Luego, fue vendido al Sevilla en 2003. Al conjunto andaluz arribó como el gran fichaje de la temporada, pero, lamentablemente para él, desde ahí su carrera experimentaría un declive del cual nunca logró salir.

El accidente que cambió su vida

Para peor, en 2006 sufrió un accidente automovilístico que le daría un giro en 180 grados a su vida. Silva perdió el control de su camioneta y salió disparado del vehículo, para terminar chocando con un poste de luz. Ese día el atacante iba acompañado de otros dos futbolistas, Elbio Papa y Dardo Pereira, quienes resultaron completamente ilesos.

El diagnostico indicó una fractura grave en su pierna derecha y, debido a esto, los médicos optaron por amputar la parte inferior a la rodilla. 

Su actualidad como camarero

Hoy, Silva cuenta que de sus ahorros no queda nada, ya que sus representantes lo estafaron. "Me robaron el dinero, hicieron lo que quisieron y después te terminas quedando sin nada del dinero que hiciste", señaló al programa español Jugones.

Es por esto que optó por conseguir trabajo como camarero en una pizzeria de Málaga. Antes del accidente, él ya había decidido dejar el fútbol. "Mi padre me dijo en la cara que no sabía si iba a aguantar más de tres meses vivo y por eso dejé el fútbol", comentó.

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