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HERNÁNDEZ

El inolvidable año de Garin

A la espera del cierre definitivo de la temporada, el término del circuito ATP 2019 solo deja cuentas alegres para Cristian Garin.

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A la espera del cierre definitivo de la temporada, el término del circuito ATP 2019 solo deja cuentas alegres para Cristian Garin.
Dean MouhtaropoulosGetty Images

A la espera del cierre definitivo de la temporada con las Finales de la Copa Davis en Madrid, el término del circuito ATP 2019 solo deja cuentas alegres para Cristian Garín. Un año inolvidable coronado esta semana con sus primeros cuartos de final en un torneo de la categoría Masters 1000.

Cuando a fines de 2018 logró encadenar tres títulos consecutivos de challengers y romper la barrera de los 100 primeros del ranking se abría nuevo escenario, altamente profesionalizado, competitivo e incierto respecto de los resultados. Un mundo donde había estado anteriormente, de entrada y salida, en las qualies de Grand Slam, algunas sorteadas con éxito. Pero ahora era otra cosa. El ingreso definitivo a las ligas mayores, el sitio donde siempre quiso estar. Y vaya si lo hizo bien.

Garín demostró que estaba preparado para dar el salto, que era muchísimo más que un buen jugador de challengers y que solo se había demorado lo que dictaba su propio proceso. Algunos tardan más en meterse, otros como los europeos quizá menos, pero aquellos que tienen calidad, dureza sicológica y el gen de la alta competencia siempre terminan llegando, consolidándose, escribiendo su propia historia en un grupo particularmente selecto. Un universo reducido del cual todos quieren ser parte, pero donde no hay cabida para todos.

La notable temporada del número uno de Chile no solo se explica por sus títulos en Houston y Munich. Fue una construcción que se cimentó a lo largo de todo el calendario y donde las derrotas también aportaron como parte el aprendizaje curtiéndolo en una faceta que terminaría siendo clave: jugar de manera solvente bajo presión. Gago acabó el año como top 5 entre quienes levantaron más puntos de quiebre. Años atrás los agoreros del pesimismo decían que el ariqueño no tenía cabeza para jugar tenis, hoy los números revelan exactamente lo contrario.

Garín recordará también este 2019 por su revancha en Copa Davis. Aquel punto decisivo frente a Austria hizo justicia con su disposición para representar a Chile desde temprana edad pese a recibir cuestionamientos brutales durante varios años. ¿Qué dirán hoy aquellos críticos al verlo entre los 35 mejores del mundo? El único pecado de 'Gago' fue haber estado disponible y liderar el recambio siendo apenas un junior. Esa enorme mochila actualmente es solo un mal recuerdo. El corazón que dibujó en la cámara de ESPN luego de vencer a Chardy en Paris Bercy deja claro que su cariño y preocupación por el país está intacto.

Al igual como ocurrió con Nicolás Jarry esta temporada y tras su irrupción en 2018, a 'Gago' se le viene un 2020 con enormes desafíos. Ya no será el rookie que sorprende sino un cabeza de serie de torneos ATP 250 y Grand Slam al que todos conocen y tienen estudiado. Desde ahí deberá edificar el siguiente paso y seguir creciendo, especialmente, en los grandes torneos. Ya sabe de qué se trata. En el Masters 1000 de Montreal alcanzó la tercera ronda y en la capital francesa fue cuartofinalsta. Asimismo, obtuvo sus primeros triunfos en los majors tanto en Roland Garros como en el US Open. Los grandes eventos serán la llave para una nueva mejora.

El sentido agradecimiento que en las últimas horas hizo a su cuerpo técnico encabezado por Andrés Schneiter testimonia, por otro lado, un aspecto decisivo de la temporada. La convicción de ambos por el trabajo y seguir una hoja de ruta que explota al máximo las capacidades y potencialidades de Garin. Pese a ganar dos torneos en pista lenta, 'Gago' se perfiló definitivamente como un jugador completo, capaz de desenvolverse bien en cualquier superficie independiente de la velocidad con que corra la pelota. El número uno de Chile es un jugador muy fuerte, rápido (aunque podría serlo aún más), consistente y parejo tanto de revés como de derecho. Esa consistencia le permite correr menos la cancha y, a diferencia de otros jugadores que dependen de su drive, no tener que forzar siempre el tiro invertido. En París, además, mostró que puede ser sólido con su servicio, algo indispensable para optar a la elite.

Bien por Garín y el tenis chileno. Tremendo año.