CAUAS
La neurociencia de River Plate
El cerebro es como un músculo: para fortalecerlo se debe entrenar, pero la diferencia es que el cerebro, mientras más se use, más “joven y activo” es…
El cerebro es como un músculo, para fortalecerlo se debe entrenar, pero la diferencia es que el cerebro, mientras más se use, más “joven y activo” es…
Está premisa es cada vez más evidente dada la gran cantidad de investigaciones que hoy sostienen la importancia que tiene la neurociencia (estudio del cerebro) en el contexto del deporte. Tal ha sido el impacto que clubes en Europa fueron pioneros en establecer verdaderos gimnasios mentales para trabajar y fortalecer el cerebro. El caso más llamativo fue el Milan Lab, que comenzó a gestarse con la llegada de Arrigo Sacchi en el año 1987. Junto a él llegó un ex atleta, Vicenzo Pincolini, como preparador físico y con ideas revolucionarias respecto a la forma de potenciar el rendimiento. Pero es en 1999 donde realmente se gesta este proyecto del laboratorio, con la llegada de Daniele Tognaccini y Alberto Zaccheroni. Dentro de este lugar, que buscaba potenciar el rendimiento integral del jugador de fútbol, funcionó el Mind Room, cuyo objetivo esencial era ayudar al estado psicológico del jugador de fútbol a relajarse y aliviar el estrés.
Años más tarde, pero en Sudamérica, y específicamente en el club River Plate, aparece Sandra Rossi, médico de profesión y especialista en Neurociencias, que trabaja desde mediados del año 2014 junto al cuerpo técnico de Marcelo Gallardo. ¿Cuál es su labor específica? Ella misma, a pesar de no hablar mucho, fue la encargada de precisarlo… “Siendo una mujer en un grupo de 50 hombres, mi papel es lidiar con el lado femenino. Pasamos muchas horas juntos, algunos incluso podrían ser mis hijos. El lazo que creamos nos permite saber si pasan por un momento de tristeza, por ejemplo”. Y efectivamente la tarea esencial de la neurociencia es el estudio del cerebro. Ese proceso en los futbolistas busca potenciar no solo características técnicas, sino que además tácticas, con ejercicios específicos, como rematar a arcos pequeños con luces de colores, o el uso de anteojos de sol para agudizar el reflejo de los porteros, etc. La neurociencia va muy de la mano con los aspectos físicos del futbolista, ya que su función, a través del entrenamiento del cerebro, es acortar tiempos de reacción, aumentar la visión periférica, mantener los niveles de atención altos y lograr comunicaciones efectivas, se potencian aspectos físicos que pueden verse reflejados en cancha. Se trata de una metodología cuya idea a la base está la neuroplasticidad, es decir, el cambio permanente que puede desarrollar el cerebro cuando se le entrena.
Y hoy sabemos que todo lo que hace una persona (jugador) es debido al cerebro… cuando decide dar un pase, rematar a portería, moverse en una determinada dirección en la cancha, llegar a una cobertura, etc. es porque emanó una orden desde el cerebro. Pero, además, lo que han podido demostrar hoy los científicos es que la mente, que son los pensamientos y las emociones, influye en el cerebro, tanto física como funcionalmente. Es decir, pensamientos o emociones negativas pueden influir en gestos técnicos errados y viceversa.
Por lo tanto, toda la información que se ha generado estos años desde la neurociencia (que ha sido abundante y que en pocos años ha superado largamente lo que en la historia se había investigado), nos ha permitido a los psicólogos deportivos reorientar nuestro trabajo, incorporando información muy valiosa, pero siempre entendiendo que los aspectos ideacionales y emocionales son esencialmente psicológicos, y es por ahí dónde se logrará generar y potenciar los cambios.