"Sebastián Pardo era un crack, tenía cosas de Pablo Aimar"

Cuando se le pregunta a Emiliano Rey, qué jugador de Universidad de Chile lo sorprendió durante su breve etapa en el club a fines de la década del noventa, es incapaz de nombrar uno. Para el argentino hubo una camada de jugadores que recuerda con precisión. 

"Son un montón de jugadores", dice Rey, desde Mar del Plata, antes de nombrar a un equipo. "El “Súperman” Vargas, Tomatín Rojas, Ronald Fuentes, (Alex) Von Schwedler, “Flaco” (Rafael) Olarra, (Mauricio) Aros, el “Pollo” (Eduardo) Arancibia, Pablo Galdames, Clarence Acuña, Leo, Flavio Maestri, “Heidi” González, Rodrigo Tello, uno fenómenos todos. Sebastián Pardo que asomaba", recuerda. 

- ¿Qué talentos vio en los jugadores de ese plantel?

- Un gran jugador era Clarence, jugaba lindo, pero te raspaba. Lo mismo el chicos como Von Schwedler y el “Flaco” Olarra, con cara de nenes y te tiraban contra el alambrado. Von Schwedler flaquito y rubiecito, pero no sé de qué estaban hechas sus piernas, te tiraba a la… lejos. Y tenía dos minutos en primera.

- ¿Cuál fue el jugador que más le llamó la atención?

- Había muchos jugadores distintos, y del que me acuerdo siempre es de Sebastián Pardo. Tenía 16 años y estaba con nosotros, y parecía que corría en calcetines, tenía mucha clase. Al tiempo se fue a jugar a Holanda.

- ¿A quién se parecía para usted en su juego?

- Yo le veía muchas cosas de Pablito Aimar, por lo fino que era. Se me viene a la mente él, porque era un chico que tenía una zancada hermosa, y metía mucha dinámica.

- ¿Faltan referentes hoy en la U, en medio de la crisis en la que están?

- Es un problema que no le sucede solamente a la U. En Boca pasa algo similar. Creo que tiene mucho que ver el vestuario, en el que los jóvenes talentos tienen que escuchar a los referentes hoy, como Johnny Herrera. Hoy los pibes de 19 años se desconcentran un poco por tener una foto en redes sociales con 5 mil likes.

- ¿Qué debe hacer la U para salir de la crisis deportiva?

- Hay que ser humilde, de esta se sale todos juntos. O salimos todos, o nos vamos todos a pique, acá no se puede salvar sólo uno. Hay que escuchar a los referentes, y pensar en el logro colectivo.