Los días más duros del niño Matías Fernández: “Estaba llorando”
Mucho antes de ser campeón de América o de cerrar una carrera exitosa, el volante se enfrentó a una niñez compleja. Un histórico utilero recuerda el momento más difícil del ‘14′.
En diciembre del 2019, cuando Matías Fernández volvió a Colo Colo, AS recordó las semanas más complejas del ‘14′. Tres años después, en el anuncio de su retiro, el propio mediocampista revivió ese momento: “Le doy gracias a mi padre Humberto que está con el señor y a mi madre Mirta, quienes fueron el motor que me impulsó a luchar por aquello que anhelaba, cuando se me hacía difícil estar lejos de casa. Ellos me incentivaron y apoyaron para seguir perseverando”. Él nunca lo olvidó.
El Matías Fernández de la Villa Santa Elena
Rafael Gutiérrez, médico cubano que trabajó en Colo Colo durante más de 20 años, contó detalles sobre la niñez del ex futbolista: “Él llegó a la pensión de la Adrianita y yo vivía en la de Juanita. Vivíamos a dos cuadras del Monumental, en la Villa Santa Elena. Nos veíamos mucho”, relató hace unos años en AS.
“Las señoras tenían unas casas grandes y habilitaban camarotes para recibir a jugadores”, agregó Héctor Ramos, histórico utilero y paramédico del club. Matías Fernández estudiaba en la mañana y entrenaba en la tarde.
El ex volante se tuvo que enfrentar a una situación inusual con sólo 12 años. Y lo sufrió. La distancia con sus padres pudo terminar su carrera rápidamente, pero Colo Colo encontró la solución para mantener al joven talento en sus filas.
‘Conejito’ Ramos, como es apodado, vivió desde cerca el episodio que marcó a Fernández: “Un día miré a las pircas que hay en la cancha donde entrenan los cadetes y había un niñito sentado. Me llamó la atención porque estaba solo. Fui para allá y estaba llorando. Era el Mati, aún ni sabíamos que iba a ser un jugadorazo. Le pregunté qué pasaba, pero lloraba tan desconsoladamente que no le salía la voz”.
“Le di agua y le dije que estuviera tranquilo, que todo tenía arreglo. Me dijo que echaba de menos a su papá y a su mamá. ‘¿Te quieres ir para la casa?’, le pregunté. ‘Sí’, me dijo”, agregó Ramos en diálogo con este medio.
El funcionario que lleva más de 50 años en Colo Colo se dirigió hacia la asistente social: “Renato Contador (jefe de cadetes) llevó a una persona de Carabineros para ese cargo. Fui a hablar con ellos y les dije que había un niñito de La Calera que echaba de menos a sus papás. Desde ese día lo empezaron a ir a dejar y a buscar. Así, cada vez que se bajoneaba, hasta que se acostumbró”.
La familia de Adrianita también fue vital en la comodidad de Matías Fernández durante sus primeros años. El ex jugador del Milan y Sporting lo agradece hasta hoy.
Fernando Meneses llegó más tarde y se transformó en uno de los mejores amigos de Matías Fernández. “Jugábamos PlayStation 1 y el que hacía menos goles tenía que pagar con una empanada o un chocolate”, contó el mundialista Sub 20 años más tarde. Son varias las anécdotas que vivieron juntos y que los hicieron inseparables.
El adiós de Fernández
Los dos jugadores estudiaron en el Colegio Manuel Bulnes y a los 17 años se fueron a vivir a un departamento. Eso fue antes de clasificar a Holanda 2005 y justo durante la época en que Matías Fernández debutó como profesional en Colo Colo. Allí comenzó una carrera exitosa que lo llevó a ser el mejor de América, ganar títulos, jugar un Mundial y competir en ligas europeas, y que este martes tuvo su fin.