Figura chilena en Brasil reveló el DT que lo salvó del retiro
Ignacio Jara, que ya se incorporó al plantel de Goiás tras el Preolímpico Sub 23, contó un desconocido episodio de su carrera.
Ignacio Jara comenzó una nueva aventura en el Goiás de Brasil hace algunos días, luego de haber disputado el Preolímpico Sub 23 con la Roja. En una entrevista con El Mercurio de Calama, el ex volante de Cobreloa contó detalles de su llegada al país carioca y de sus inicios en el fútbol.
Al borde de un temprano retiro del fútbol
El volante contó la ocasión en que un técnico lo convenció de no dejar el fútbol: "Hay dos técnicos a los que les debo mucho: César Bravo y Víctor Rivero. Nunca me olvidaré de los esfuerzos del profe César, que cuando me fui a Santiago -porque quería dejar el fútbol-, me llamó toda una semana para convencerme de volver. Se quedaba hasta tarde haciendo videos y se los mandaba a la gente de selecciones menores para que me vieran. Puede irme bien o mal en el fútbol, pero él siempre va a ser el responsable de que yo esté donde estoy ahora".
Llegada a Brasil
Según cuenta el ex '10' loíno, su recibimiento en Brasil ha sido muy amistoso: "Recién me conocen acá y me han tratado súper bien. La ciudad es muy grande y el complejo deportivo es de primer nivel. La gente que trabaja con nosotros se preocupa por todo y mis compañeros sabían mi apellido apenas llegué".
Además, explicó la cercanía que tuvo para llegar a Colombia antes de definir su llegada a Goiás: "Pensaba en lo de Deportivo Cali cuando estaba en el Preolímpico con la Selección, porque entrenamos en su complejo deportivo. Ellos sabían quién era y me dijeron que las puertas estaban abiertas para ir después, hasta me regalaron una camiseta. Entendí que el destino me tenía preparado algo bueno y terminó siendo en Brasil, donde todos quisieran jugar".
El importante rol de dos técnicos que lo dirigieron
Víctor Rivero y Rodrigo 'Kalule' Meléndez también tuvieron un rol fundamental para Ignacio Jara: "Con Rivero me saco el sombrero. Fue como un papá, porque primero se me acercó y me entregó confianza y responsabilidad como otros no lo habían hecho nunca. Me bancó cuando mucha gente pedía un jugador en mi puesto, convenció a mis compañeros para que me entregaran la misma confianza. Hablaba mucho conmigo, me corregía, me mostraba videos para superar mis errores. Mi salto en el fútbol profesional se lo debo a él. Y también tengo muy buen recuerdo y respeto por lo que me enseñó el profe Meléndez, que me convenció de que yo podía ser mucho más de lo que era"