ADN RadioConcierto Radio
NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Cauas

No eres egoísta, es tu cerebro

Actualizado a
No eres egoísta, es tu cerebro
IVAN ALVARADOREUTERS

Probablemente durante esta época de Pandemia se ha podido observar con mayor magnitud comportamientos más personalistas. Más allá de que frente a situaciones muy excepcionales el ser humano puede desarrollar alguna que otra conducta altruista (ayudando y colaborando activamente con familiares, amigos y/o desconocidos), en general las conductas habituales tienden a caracterizarse por lo contrario: hacia el egoísmo.

¿Por qué sucede esto? Porque, como ya hemos comentado, tenemos un cerebro con un foco claro, con una meta determinada: ayudar a sobrevivir. Y para ello hace todo lo necesario para cumplirlo, por un lado utilizando recursos y energía propias, y por el otro, generando mecanismos defensivos que permitan su subsistencia.

Uno de los mecanismos defensivos más utilizados por el cerebro es el egoísmo. El cerebro en todo momento toma decisiones pensando en sí mismo, en asegurarse cumplir su propio objetivo y nada más (aunque a veces pensemos lo contrario).

Esto, entonces, podría explicar el por qué frente a situaciones como la que estamos viviendo en el mundo, se potencia y aumenta la sensación de egoísmo en las personas. Por ejemplo, no respetando normas básicas de convivencia, no cumpliendo normas sanitarias y preocupándonos menos (de manera concreta y real) con los que están a nuestro alrededor y externalizando culpabilidades a “otros” de lo que nos está pasando. En este sentido siempre esperaremos que las autoridades u otras personas “hagan algo”, abusando del “efecto espectador”… miramos, observamos y no actuamos, esperando que otros si lo hagan.

Todas estas características que hemos mencionado son parte de un cerebro que busca sobrevivir, con mayor fuerza aún en estos momentos.

¿Qué podemos hacer para reducir esta tendencia natural del cerebro?

  • Vincúlate de manera más consciente con personas que necesiten ayuda.
  • Plantéate retos diarios para conversar con personas que se encuentren menos próximas a ti.
  • Cumple normas pensando que ayudas personas significativas para ti.
  • Desarrolla la empatía (ponerse en el lugar del otro)

Tu mente es muy poderosa, puede cambiar física y funcionalmente a tu cerebro. ¡Una actitud positiva genera cambios positivos en tu vida!