Hoy se cumplen 30 años del logro más importante de nuestro país a nivel de clubes. Repasa las anécdotas, los mejores videos y fotografías de la época. ¡Imperdible!
Este 5 de junio se cumple un año más de la hazaña de Colo Colo en la Copa Libertadores de 1991, año en que transformó a Chile por primera vez en uno de los ganadores de la competencia a nivel continental.
Ya han pasado 30 años de aquel histórico hecho, pero aún se recuerda con nostalgia aquella campaña irrepetible, que hasta el día de hoy alzó a sus protagonistas como verdaderos héroes del Cacique. Hoy los recordamos. Su paso por el torneo, las innumerables anécdotas, los héroes anónimos y, por cierto, el plantel y su gestor: el croata Mirko Jozic.
Poco antes de la gestación del histórico título, Arturo Salah dejó la banca del Cacique para dar paso al croata Mirko Jozic. Su estilo, poco común para la época local, de inmediato sorprendió, no sólo por la forma de juego, sino también por las características de trabajo que se realizaban durante los entrenamientos. Daniel Morón lideraba aquel equipo, que tenía a grandes figuras como Patricio Yáñez, Lizardo Garrido, Jaime Pizarro, Marcelo Barticcioto y Gabriel Mendoza entre otros.
El plantel estaba equilibrado y destacaba en todas las facetas. Deslumbraban por rapidez, solvencia, juego colectivo, presión al adversario, ataque por las bandas y, cómo no, poder goleador. Así estaba conformado el plantel de aquella época: Jaime Pizarro, Miguel Ramírez, Gabriel Mendoza, Daniel Morón, Eduardo Vilches, Lizardo Garrido, Javier Margas, Marcelo Barticcioto, Juan Carlos Peralta, Patricio Yáñez, Ricardo Dabrowski, Rubén Martínez, Sergio Salgado, Luis Pérez, Raúl Ormeño, Marcelo Ramírez y Leonel Herrera.
El inicio de Colo Colo en la Copa fue algo tímido, con una opaca igualdad sin goles frente a Deportes Concepción, en Collao. Sin embargo, luego encadenó tres victorias consecutivas que le otorgaron confianza al plantel y de inmediato lo situaron como favorito del grupo: 3-1 a Barcelona de Ecuador, 2-0 a Concepción y 3-0 a Liga de Quito, todas en el Monumental. El paso a octavos de final lo selló con dos empates de visita, frente a Barcelona (2-2) y Liga (0-0).
Ya en la ronda de 16 mejores consolidó un sufrido triunfo tras doblegar a Universitario de Lima (0-0 y 2-1), mientras que en cuartos de final hizo lo propio frente a Nacional de Uruguay: goleada en casa por 4-0 y caída en Montevideo (0-2).
La gesta heróica ya comenzó a establecerse tras superar en semifinales a Boca Juniors, en medio de la polémica. La derrota por la cuenta mínima no en La Bombonera no amilanó el ánimo del plantel. "Esa derrota la celebramos como un triunfo, porque sabíamos que nadie nos ganaba en el Monumental", recuerda Lizardo Garrido. Y así fue. Los albos vencieron en un polémico partido a los xeneizes, por 3-1, avanzando a la final de la competencia, donde la historia ya es conocida: 0-0 en la ida ante Olimpia y goleada 3-0 en casa, con gran actuación de Luis Pérez.
La campaña de Colo Colo en 1991 contó con dos casos excepcionales. Jaime Pizarro y Miguel Ramírez fueron los únicos jugadores del plantel que estuvieron durante todos los minutos de los 14 partidos de la Copa. En total jugaron 1.260 minutos.
Mirko Jozic cumplió 80 años y pese a que ya han pasado 30 años del hito copero, su recuerdo entre los hinchas sigue plenamente vigente. Hace algunos meses expresó su afecto tras el reconocimiento que le hizo el Club Social y Deportivo. "Mis queridos colocolinos. Les estoy eternamente agradecido por todo el amor demostrado hacia mí y mi familia durante todos estos años. Gracias por este honorable reconocimiento que significa mucho para mí y que me hace volver a un lugar dónde pasé los días más felices de mi vida como profesional y privada".
"Mis hinchas de este gran club. Sigan amando a esta Institución, respetándolo y gritando por él en las buenas y en las malas... siempre juntos. ¡Los quiero mucho y cuídense!".
El infierno de La Bombonera
Hace algunos días, Lizardo Garrido desempolvó una de las anécdotas que más los marcó en esa campaña, que se produjo en la ida de las semifinales ante Boca Juniors. “Uno escucha a los jugadores de Boca de esa época y parecen blancas palomas… Todo era raro allá (en Buenos Aires). Fue un verdadero infierno. Lo pasamos mal… Imagínate que el tipo que conducía el bus camino a La Bombonera dijo que se equivocó y se metió en un barrio al medio de la barra de Boca. Casi nos matan”, dijo a radio ADN.
“Yo creo que en Boca nos subestimaron. Decían que Colo Colo no existía y que ellos iban a pasar a la final, pero el nuestro fue un partido maravilloso, contra grandes jugadores. Perdimos 1-0 en Argentina y nos abrazamos, porque sabíamos que lo daríamos vuelta en casa. Y así fue. Nos creíamos el cuento de que nadie nos ganaba en casa”, cerró.
“Queremos ser campeones por nosotros y nuestras familias. Como una recompensa íntima para tantos sacrificios. Queremos ser campeones por la gente que llena los estadios… Es maravilloso que en este camarín seamos todos hermanos… y quiero pedirles con toda modestia y respeto el último esfuerzo: ser campeones”.
Extracto de la carta de Barticciotto a sus compañeros
Las cábalas de Morón
El portero varias veces ha contado algunas de las múltiples cábalas que utilizó en esa campaña y quedaron en el recuerdo. Morón jamás dejó que le lavaran los guantes que iba a utilizar y siempre fue el que se encargó de su indumentaria, dejando de lado la labor de los asistentes.
Su compañero de trabajo era Ricardo Mariano Dabrowski, con quien solo daba toques de balón en los trabajos previos del partido y jamás cruzaba palabra con sus compañeros. Esa misma mañana, previa al partido, siempre pidió la misma mesa para tomar desayuno, tras lo cual leía el diario al borde de la piscina.
Caso aparte tiene que ver con la vestimenta: siempre utilizó el color amarillo, que hasta el día de hoy quedó grabado en todas las mentes de los colocolinos y de los propios arqueros del Cacique.
El trofeo en casa
Luis Muñoz, histórico coordinador del Fútbol Joven, vivió desde cerca el hito que jamás se borrará de la mente de los hinchas albos. Y precisamente es él quien narra una de las anécdotas olvidadas de esa época. “Tuve el trofeo original de Copa Libertadores en mi casa”. En conversación con AS, uno de los funcionarios con más trayectoria en Colo Colo revivió ese momento que le quedará grabado por siempre. “Fueron más de 20 días”, agrega.
Uno de los momentos más curiosos ocurrió en el Maxim, un emblemático local de música que funcionó por más de 40 años en Avenida Matta, esquina de Carmen: “Yo andaba con Raúl Hoces, dirigente de cadetes de esa época, y pasamos a saludar a los chicos de la orquesta, que eran nuestros amigos”, parte la historia. “Les conté que andaba con la copa y salimos porque se querían tomar una foto. Yo entré al local a escuchar música y después me di cuenta que en la pista no quedaba nadie. Volví a salir y estaba el tránsito cortado porque todo el mundo se estaba tomando una foto”. Un relato hilarante.
La dolorosa lesión del 'Coca'
La inolvidable noche de Colo Colo el día que ganó la Copa Libertadores el 1991 fue aún más especial para Gabriel Mendoza. Aunque no más alegre. El jugador sufrió una luxación de codo cuando el equipo ganaba por 2-0 y tuvo que ser reemplazado por Leonel Herrera. "Cuando levantaron la Copa, yo estaba en la clínica", recordó varios años después. Fue uno de los hechos más curiosos de su carrera.
En conversación con AS, Luis Alberto Monzón, el ‘10’ del recordado plantel de Olimpia recordó un factor determinante que pudo cambiar la final. “Nuestro equipo se basaba en la parte ofensiva”. Y si era así, ¿por qué Olimpia no tuvo a sus dos delanteros estrellas, Raúl Vicente Amarilla y Adriano Samaniego? La historia de Amarilla es conocida: estaba lesionado. La de Samaniego, no tanto.
- ¿Por qué Samaniego se pierde la vuelta ante Colo Colo?
- Tuvo un accidente después del partido en Paraguay. Se le cayó una pistola y la bala le pasó por el tobillo. Se fue a la pierna de casualidad. Fue un golpe duro para nosotros, porque era fundamental para la revancha.
- ¿Qué? ¿Una bala?
- No te puedo decir más. Pero fue muy difícil para nosotros porque contábamos con él. Esa misma noche comenzó a correr el tema del accidente, y se supo a nivel nacional. Nosotros no podíamos quedarnos, había que entrenar igual.
El mito cuenta que al día siguiente de la ida ante Colo Colo, el plantel de Olimpia salió a una fiesta. Al recoger su billetera, la pistola de Samaniego se disparó. Otros jugadores que prefieren no dar su nombre recuerdan que en esa época muchos del plantel salían con revolver, ante una ola de secuestros que afectaba al país.
- ¿Usted cree que Olimpia ganaba con ellos presentes?
- Como te decía, no quiero desmerecer a Colo Colo, pero sí la hubiésemos hecho más difícil (risas). Podríamos haber cambiado la historia. La verdad no podríamos adivinar si hubiésemos logrado el título, pero seguro lo habríamos hecho más complicado, porque Amarilla y Samaniego hacían todos nuestros goles (risas).
Ricardo Mariano Dabrowski se transformó en el goleador de Colo Colo en la Copa 1991, con seis tantos, quedando a dos del goleador del torneo: Gaúcho (Flamengo). Rubén Espinoza le siguió, con cinco tantos, mientras que más atrás aparecieron Marcelo Barticciotto y Rubén Martínez, ambos con tres.