No idealicemos a Pellegrini
En 2016 fichó en el Hebei China Fortune y en sus dos temporadas no logró ninguno de sus objetivos. El primer año acabó séptimo y al siguiente fue cuarto y no pudo clasificar a la Liga de Campeones de la Confederación Asiática.
En 2018 llegó para liderar al West Ham y el club gastó más dinero que nunca en su historia para cumplirle todas las exigencias. Le armó un plantel de lujo para llegar a competencias europeas.
Llegaron Felipe Anderson por 38 millones de Euros, Issa Diop por 25, Andryi Yarmolenko por 20, Lukasz Fabianski por 8... Gastaron 100 millones de Euros en total, solo superado por los grandes en inversión, pero el resultado estuvo muy lejos de las expectativas creadas. Terminaron en un opaco décimo puesto.
El proceso, algo por lo que el DT chileno tanto aboga, siguió. Le dieron tiempo, otra temporada para afianzar su idea. Una vez más la dirigencia no escatimó en gastos y pagó unos 75 millones de Euros en jugadores: Haller (40), Fornals (28), Ajeti (8,7)... ¿Y cuál fue el balance? Eliminado de la Carabao Cup tras caer 4-0 ante el Oxford United, cuadro de la tercera categoría, y magros resultados en la Premier. Dejó al equipo en el puesto 17, solo un punto por arriba de los lugares de descenso. Otro fracaso total. Si hoy el West Ham lucha por no caer a la B es, en gran parte, por su culpa. Y eso no se puede pasar por alto.
Pellegrini ha dirigido a los grandes del mundo, logró una Premier con el City e hizo historia con el Villarreal y el Málaga, pero es hasta sano no olvidar las manchas de su carrera. No ganó nada con el Real Madrid... ¡Con el Real Madrid! Y fue eliminado por el Alcorcón... ¡El Alcorcon!