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Coronavirus en Chile: ¿el ozono no funciona como desinfectante para el virus?

Múltiples son los elementos estudiados para combatir el coronavirus, pero no todos han tenido la efectividad buscada. ¿El ozono entra en ese listado?

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Coronavirus en Chile: ¿el ozono no funciona como desinfectante para el virus?

Varios alumnos de Ingeniería de la Universidad Católica de Chile arremetían en abril pasado al mencionar el ozono como una alternativa válida para combatir el Covid-19.

De acuerdo al estudio, el bajo costo y la amplia eficacia para reducir contagios eran preponderantes para llevar a cabo el proyecto. Sin embargo, desde España descartan, en alguna medida, la efectividad del ozono.

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¿El ozono funciona como desinfectante del Covid-19?

Según la Unidad de Biocontención en IRTA-CReSA de Cataluña, “ahora mismo, los que digan que el ozono funciona contra la Covid-19 están mintiendo; tendrían que aportar pruebas con este u otro coronavirus para demostrar que desinfecta en superficies y en la atmósfera; el ozono sí ha demostrado capacidad desinfectante en líquidos”, dice.

Este gas “es un oxidante que destruye la materia orgánica, pero no hay ningún estudio que demuestre que es efectivo contra el virus de la Covid-19. Su eficacia solo está comprobada en la desinfección de agua de piscinas, residuales y para la eliminación de olores”, afirman dos investigadores del IQS-Universitat Ramon Llull.

¿Cuáles son las ‘contra’ que tiene el ozono?

Según una publicación realizada por La Vanguardia, explican que “para ser efectivo, el ozono tiene que ser usado en una concentración de 20 ppm (partes por millón) y con una humedad relativa del 80%, pero para los seres humanos ya es tóxico a 0,5 ppm. Puede provocar inflamación pulmonar y puede contribuir a que se produzcan mutaciones del virus”.

Asimismo, se considera caro a la hora de producirlo. “El ozono se produce in situ, en el mismo lugar donde se aplica. Una máquina recoge oxígeno del ambiente y con una descarga eléctrica divide la molécula de O2 y la convierte en otra de O3. El problema es que para producir 20 ppm –20 g por m3– para desinfectar una habitación de 45 m3 se necesitan 900 g de ozono, y una máquina industrial tarda 18 horas a pleno rendimiento para conseguir esa concentración, lo que supone un consumo eléctrico considerable. Es muy poco eficiente”, sentencian.