Será en unos días más, en una semanas más… pero el regreso a los entrenamientos en el fútbol es inminente y con ello retornarán muchas preocupaciones, las propias de la competición y otras nuevas, en relación a los protocolos y medidas impuestas por la ANFP.
En este sentido la “cabeza querrá ir más rápido que el cuerpo” porque el cerebro se sentirá nuevamente en el “habitat del placer” (una cancha, un gimnasio, presencia de compañeros de equipo, cuerpo técnico, etc.) y mandará señales muy optimistas de que todo ha vuelto a la normalidad, cuando en realidad se ha retornado a una situación distinta que requerirá de nuevos desafíos en lo mental, en lo físico, en lo técnico y en lo colectivo.
Por ello es muy importante que el futbolista esté consciente, que a pesar de que el cerebro empezará a dar señales de satisfacción, de placer y de que todo “puede funcionar como antes”, habrá que desarrollar habilidades para controlar esas falsas sensaciones y regirse de manera estricta por los protocolos y por las planificaciones establecidas por los cuerpos técnicos a fin de evitar lesiones y otro tipo de dificultades.