Cauas
La emoción del fútbol
El regreso del fútbol chileno es inminente. En unas semanas tendremos de vuelta la “emoción del fútbol”, frase que más bien suele aplicarse para explicar lo que este deporte genera en el hincha. Pero resulta curioso que sea una frase solo explicativa para el hincha y no que sea una frase que exprese, o explique, lo que debiera regir las relaciones entre los jugadores o en la forma de conducción de un entrenador.
De las temas que hemos aprendido en estos meses (a pesar de que ya se sabe hace muchos años bajo evidencia científica) es que nuestro día a día, nuestras acciones, están regidas fuertemente por las emociones.
Las emociones, mal llamadas “habilidades blandas”, son consideradas fundamentales en lo que hacemos o no hacemos en nuestras vidas, ya que, el sistema límbico (donde se generan las emociones) tiene conexiones directas con los sistemas ejecutores, encargados entre otros elementos, de tomar decisiones efectivas, de los procesos de atención, de memoria y aprendizaje.
Por tanto poner foco en nuestras emociones, reconocer aquellas que nos potencian y limitar las que nos desgastan, es muy importante si queremos lograr desafíos e iniciar cambios. El 90% de nuestras decisiones en el día tienen un fuerte componente emocional, aunque en muchas de ellas, no nos demos cuenta.
Por tanto, cuando mencionamos que vuelve la “emoción del fútbol” no debiera ser solo una frase para la galería, sino que un deseo que las emociones se consideren, más aún post pandemia, como una variable fundamental en el entrenamiento deportivo de un futbolista. Hablar acerca de lo vivido, expresar emociones experimentadas en estos meses es una forma importante de darle una expresión de salida, de autoconocimiento personal y de autorregulación para lo que se viene.
El comportamiento de un jugador cambia cuando se influencian sus emociones, no solo en sus pensamientos o su parte racional. Para ello es fundamental, según algunos estudios, celebrar los pequeños logros que se van sucediendo cuando los jugadores tratan de cambiar la manera en que piensan, sienten y actúan. Estas celebraciones potencias, nutren y motivan aún más el esfuerzo por el cambio.
Así el desafío post pandemia, de todos aquellos profesionales involucrados con el rendimiento de un jugador de fútbol, será poner foco en una variable, tal vez no tan reconocida, ni tan desarrollada, ni tan integrada al trabajo deportivo: lo emocional.
Hoy los entrenadores (asistentes), principales agentes de cambio en lo deportivo, ya no deben ser exclusivamente personas orientadas hacia la tarea, sino que sumar una orientación hacia la relación. Es desde ahí donde comienza a rodar la pelota, y desde donde debemos entender una nueva forma de generar la fortaleza mental en el jugador, sobre todo después de todo lo que se ha vivido estos meses.