Roberto Bishara se transformó en uno de los referentes históricos de Palestino. Su historia está cien por ciento ligada al club de La Cisterna. Primero como jugador, y ahora como entrenador de la Sub 16 del club. Una larga trayectoria que comparte en en esta entrevista con AS.
"Mi primer partido fue en el Monumental. Jugué como 15 o 20 minutos. Le ganamos 4-3 a la Universidad Católica con tres o cuatro goles de Dwight Pezzarossi. Debuté de volante de contención y en el segundo partido fuimos a jugar a Puerto Montt, a la cancha antigua de barro donde estaba el chancho y ahí ganamos 2-1. Ahí comenzó mi historia.
- Tuvo un breve paso por Santiago Wanderers el 2004, ¿por qué salió de Palestino? - Estuve menos de seis meses en Wanderers y fui porque se me presentó la oportunidad de jugar un torneo internacional, la Copa Sudamericana. Literalmente fui y volví. Quizás fueron cuatro meses, un tiempo súper corto.
- ¿Cuál fue su mejor momento en Palestino? - La final del 2008 cuando perdimos con Colo-Colo. Empatamos a uno en el Nacional y perdimos 3-1 en el Monumental. Y, además, dentro de lo mejor están los viajes a la selección de Palestina.
- ¿Algo que reprochar de aquellas finales del 2008? - No, la verdad es que fue uno de los pocos partidos que perdimos y me fui contento. No por haber perdido, sino que porque dimos la vida, dejamos todo en la cancha, competimos con un equipo de mucha experiencia, con una calidad de jugadores tremenda. Nosotros éramos un equipo joven, primera final que jugábamos. Quedamos segundos, pero nos quedamos con la tranquilidad de que lo dejamos todo.
- ¿Alguna anécdota de tus viajes a jugar por Palestina? - Muchísimas. Desde tener que viajar 24 horas hasta cuando tuve que parar un avión: Íbamos a viajar y justo el partido se suspendió. Estábamos a poco de despegar, fui a hablar con el piloto del vuelo, agarré mi maleta y me quise ir. Estábamos por despegar, después de la manga, en esos 10 minutos donde solo se espera sentado en el avión. Íbamos a jugar Eliminatorias, pero como selección no podíamos viajar porque como habían problemas de Israel con Palestina, no dejaron pasar a algunos compañeros de Gaza a los check points y perdimos por walk over, porque no teníamos jugadores. Así que para no viajar 24 horas, ida y vuelta, me bajé del avión y me detuvieron.
- ¿Tuvo alguna otra posibilidad de dejar Palestino? - Surgieron algunos equipos, pero siempre estuve cómodo y contento. Soy palestino, mi papá nació allá. Llevo 20 años en el club porque estoy cómodo y he pasado por todas las etapas: jugador, ayudante y ahora en cadetes. Hubo posibilidad, pero no tan concretas y la verdad tampoco tenía ganas.
- En sus 14 años de jugador le pusieron hartos apodos. ¿Cuál es el que más le gusta? - Puuu… Me gritan de todos lados en el estadio: camello, narigón, turco, pero apodo me decían el príncipe mis compañeros. ¿El que más me gusta? El príncipe, sin duda.
- ¿Alguna anécdota futbolística que aún no se conozca? - Una vez, que no recuerdo con quién jugamos, había un delantero que era buenísimo y rápido. Nos tocó jugar contra él y le dije al árbitro en inglés que me dejara pegarle una patada a este jugador, pero que no me echara, sino que por favor me mostrara solo amarilla porque iba a ser fuerte. El delantero me caía mal y no quería que jugara bien. Le avisé al árbitro antes del partido, después le pegué y me puso amarilla. Menos mal, porque era para roja.
- ¿Esto fue por selección o Palestino? - ¡Por los dos! (risas) Por ambos. No se puede decir el nombre del jugador y tampoco del árbitro.
- Palestino cumplió 100 años, ¿qué significa ser parte de la historia del club? - Un orgullo, soy de la colonia, cumplí mi sueño de jugar en el club, jugué 306 partidos y después fui a la Selección de Palestina. Son 20 años donde el club me ha dado mucho, valores, estabilidad, hacerme conocido, entonces le debo todo al club. Piensa que de los 100, llevo 20.
- Y en esos 20 años, ¿puede nombrar tres jugadores que lo hayan sorprendido? - Jugadores importantes o que me hayan marcado por la calidad que tienen son el “Mago” Jiménez, el “Ogro” Fabbiani y Agustín Farías. Con el “Mago” fui compañero, pero él jugó un par de partidos y se fue rápido. En su debut, yo hice el gol del triunfo. Lo alcanzamos a disfrutar un par de partidos solamente. En cadetes fuimos compañeros solo un año y ahí daba dos años de ventaja porque era buenísimo. Era tan bueno que era muy difícil de pararlo.