“No tengo brazo, pero inspiro a la gente con una pelota": la historia de un campeón chileno
Juan Roberto Aguiló tiene 35 años y es uno de los grandes referentes del fútbol freestyle. Logró un título nacional y llegó a dominar más de 3 mil veces seguidas un balón.
“Las mejores soluciones nacen de la adversidad”. Ese es el lema de Juan Roberto Aguiló, un freestyler chileno que saca aplausos en redes sociales con sus trucos más creativos. ‘Juanro’, como lo apodan, nació sin brazos hace 35 años. Por ello, el desarrollo de los pies se transformó en algo fundamental para su vida: con ellos dibuja o escribe en el teclado del computador, por ejemplo. El 2002 se inspiró con un video de Ronaldinho y hoy está transformado en uno de los grandes referentes de su disciplina: llegó a dominar la pelota más de 3 mil veces seguidas.
“Partí dominando el balón a los siete años. Con Youtube era fácil copiar otros videos y adaptar. Pero a los 16 años empecé a crear trucos, y tiempo después me llegaron imágenes de un freestyler de Marruecos: Soufiane Touzani. Hacía trucos increíbles, y creo que ese video rompió esquemas”, recuerda Aguiló en AS. Ese fue el gran impulso para continuar su desarrollo: “A los 20 años sentí que ser diferente estaba bien. Que era una gran oportunidad”, comentó hace un tiempo en TEDx.
La primera competencia de ‘Juanro’ Aguiló fue en el Club Hípico ante 400 personas: “Se me olvidó todo. Fue un fracaso”, cuenta entre risas. ¿Por qué? “No tenía tan desarrollado mi autoestima, a tan grado que me ponía nervioso con gente que no conocía. Como cuando iba a la playa, o cuando iba a comprar los regalos de navidad. Eso, sumado a que el freestyle es un deporte de motricidad fina, hace que no exista margen de error. Acá es como los 100 metros planos: si partes mal, estás fuera. Si se te cae la pelota dos o tres veces, sonaste”.
Aguiló jugó en ligas amateur de fútbol por muchos años. Para él, el freestyle tiene una dificultad superior a lo primero: “Si en el fútbol te mandas un condoro y vas 2-0 abajo, puedes tener un delantero bueno que te hace tres goles, y lo ganan 3-2. En el freestyle, las batallas duran solo tres minutos, donde debes mostrar tus trucos”. El 2012 fue semifinalista nacional y un año después se transformó en el campeón. Luego viajó a Japón para representar a Chile.
“No fui para volverme loco con pasar de fase, lo tomé como una experiencia. Fue un gusto propio. De chico veía los Supercampeones, entonces era un sueño hecho realidad. Pero lo más importante es que logramos trascender. Pasé de ser un gallo que dominaba la pelota fuera de la casa y que no conocía nadie, a ayudar a posicionar a Chile en el extranjero. La gente sabe de la Selección de fútbol por Alexis o Vidal, pero… ¿cuántos sabían quiénes dominaban la pelota en Chile? Logramos que el país fuera reconocido”.