11 años de carrera en España son los que lleva Valeria Flores , la actual capitana de la selección femenina de balonmano. La deportista nacional firmó por el CB Palencia Turismo Femenino para disputar esta temporada con una gran particularidad: será entrenadora-jugadora.
La chilena -que en la península ibérica ha jugado por clubes como el Bolaños de Ciudad Real, Adesal La Fuensanta, Club BM Caserío de Plata y el San Adrían de Bilbao- compatibilizará su tiempo de jugadora siendo la entrenadora de su nuevo club, convirtiéndose así en la primera chilena en tener este rol en el balonmano europeo.
- ¿Cómo fue su llegada al CB Palencia Turismo? - Yo había terminado mi contrato con el San Adrián y estaba libre. En ese minuto comencé a hablar con distintos clubes y al DT de la selección lo llamaron para consultarle sobre entrenadores. Él me recomendó. En primera instancia me llamó Diego para decirme que me iban a llamar y lo hicieron, todo fue de sorpresa, ya que siempre he querido dirigir, pero aún no quiero dejar de jugar. Al final me llamó el Presidente del Palencia y me explicó el proyecto, le comenté que yo no quería dejar de jugar ya que me quiero retirar jugando por la selección y ellos entendieron perfectamente la situación. Al final terminé aceptando la propuesta y aquí estoy.
- ¿Cómo se tomaron las jugadoras del Palencia que llegara a reemplazar al entrenador que llevaba más de 20 años en la institución? - Había una crisis dentro del club, de hecho siguen existiendo problemas en la actualidad. En el pasado muchas jugadoras tuvieron que abandonar la institución por conflictos con el antiguo entrenador y cuando me llamaron, me dijeron que en el plantel había seis jugadoras adultas y el resto eran juveniles. Cuando acepté la oferta de trabajo, el Presidente me volvió a llamar y me contó que el club ya contaba con 15 jugadoras porque les entusiasmó mi proyecto y yo me sorprendí. Pensé que iba a ser difícil entrar, pero ha sido todo lo contrario me recibieron super bien. Las jugadoras están motivadas en los entrenamientos.
- ¿Cómo se sienten ustedes para enfrentar esta nueva temporada que inicia el 27 de septiembre? - La verdad es que la situación mundial por la pandemia hace que todo esté más complicado, ya que nosotros tenemos que seguir ciertos protocolos e incluso tuvimos que iniciar un poco más tarde de lo que teníamos planeado. El PF ha tenido mucho trabajo para que las jugadoras llegaran de la mejor manera a la pretemporada. Imagínate que esto se paró en marzo y nosotros comenzamos a finales de agosto con los entrenamientos y mi mayor preocupación eran las lesiones, por lo que hemos trabajado para llegar de la mejor manera posible.
- Lleva 11 años de carrera en España ¿Cómo definiría su carrera hasta hoy? - Mi carrera ha sido en contra de muchos factores, ya que yo soy baja de estatura, juego en la posición que menos solicitan los equipos y no tengo pasaporte europeo. Siempre ha sido una lucha contra la adversidad, pero la he enfrentado con la mayor de las ganas. Yo estoy súper orgullosa de decir que llevo 11 años en España manteniéndome con todas estas condiciones. Creo que ha sido una lucha muy bonita y pasar de que me pregunten '¿Dónde está Chile?' o '¿En Chile se juega balonmano?' a que ahora me ofrezcan este trabajo, es increíble y gratificante.
- ¿Alguna vez se imaginó ser capitana de Las Lobas? - Era un sueño, siempre he querido ser la capitana. Cuando llegué a la selección estaba de capitana ‘Dani’ Canessa, que a mí me encantaba, y tomar el relevo fue genial, ya que le tengo mucho respeto y cariño. Ahora me tocó asumirlo cuando ya pasaron tres generaciones y es ‘bacán’ decir 'soy la capitana y soy una de las líderes'. Espero durar lo más que pueda para poder transmitir lo que significa ir a un Mundial adulto, unos Panamericanos y traspasar el concepto “Lobas” para así mantener el legado de la generación que dejó todo por el balonmano nacional.
- ¿Qué cosas de Europa traería a Chile? - Una estructura. No puede ser que se jueguen pocos partidos de alto nivel, que se juegue tan poco en sí. Darle más valor al balonmano, para que así se llenen los estadios, que se respete a las jugadoras de balonmano. Esta es una disciplina que, a nivel directivo, entrenadores y jugadoras que deben tirar para el mismo lado, ya que hay mucha materia prima en nuestro país y no se explota. En el balonmano femenino esto es peor, ya que, a diferencia de los hombres, nosotras estamos 10 años atrasadas y seguimos ahí en la lucha de hacerlo más profesional. Las jugadoras deberían recibir una remuneración ya que te dedicas a tiempo completo a esto, ojalá exista una estructura que profesionalice al balonmano femenino.