Entrevista AS
"Antes que mi padre falleciera, le prometí que sería futbolista": la historia del capitán de Cobresal
Rodolfo González, emblema del cuadro minero, habló de su dura infancia y cómo afrontó el deceso de su padre. Además, reveló el objetivo del equipo para este año.
La infancia de Rodolfo González no fue fácil. El defensor central y capitán de Cobresal, sufrió la temprana pérdida de su padre, debido a un accidente laboral. "Él falleció cuando yo tenía 17 años. Trabajaba en la construcción y un día hubo un derrumbe. Así que, lamentablemente, no me alcanzó a ver debutar. Pero antes que falleciera, le prometí que sería futbolista profesional", cuenta en conversación con AS.
Para ese entonces, el sueño estaba a punto de cumplirse. El zaguero, que hoy tiene 31 años, vivió durante toda su niñez en La Pintana y había viajado hace escasos meses al Norte del país, para radicarse definitivamente en Calama y debutar en el primer equipo de Cobreloa. Pese a lo difícil que fue marcharse de Santiago a tan corta edad, González nunca perdió el foco.
"Cuando uno tiene un propósito por el cual luchar, no hay nada que te nuble. Yo quise ser futbolista no solo por mí, sino que para ayudar a los míos. Además fui papá muy joven, entonces hay muchas situaciones que te ayudan a perseverar", cuenta el también ex jugador de Rangers.
- ¿Cómo fue su infancia en La Pintana?
- Es complejo vivir en una población, porque ves cosas en el día a día que no son buenas, como las drogas. Pero en ese momento me ayudó harto la crianza de mis viejos, ellos me entregaron un montón de valores. Siempre me decían "tienes que ir por el buen camino", o "ten ojo con las juntas". Yo fui súper disciplinado en esa época, para no caer en lo que sí cayó la gran mayoría de los jóvenes que vivía ahí.
Cobresal, la admiración por Luis Fuentes y su futuro
El cuadro minero venció en la última fecha a Universidad de Concepción por 3-1 y, justamente, una de las anotaciones fue obra de González: "Fue una bonita sensación. Uno no está tan acostumbrado a marcar goles (risas). Me tocó justo a mí y me puse contento, porque con el grupo necesitábamos un triunfo".
- Con ese resultado, se acercan a puestos de copas internacionales. ¿Se ilusionan con la clasificación?
- Es un objetivo que nos propusimos desde un comienzo. Cuando llegó el profe Gustavo (Huerta) en 2017, en Primera B, nosotros estábamos tambaleando, a punto de irnos a Segunda Profesional. Al final remontamos, y al año siguiente se armó un plantel competitivo y pudimos ascender. Ya el año pasado estuvimos a punto de meternos a una copa, y no pudimos por diferencia de gol, entonces nos quedamos con el gusto amargo. Ahora la meta es clasificar, y creo que tenemos plantel para hacerlo. Y lo merecemos, además.
- En una entrevista en El Mercurio de Calama en 2008, usted dijo que le gustaría ser como "el tío Lucho Fuentes". Hoy en día, ¿en qué aspectos cree que es similar a él?
- Sí, recuerdo esa entrevista (risas). Pero claro, había una cuestión de mucho respeto con él. Había sido campeón con Cobreloa, era el capitán del equipo, además seleccionado nacional. Existe todavía mucho respeto y admiración por lo que hizo. Me gustaba también su forma de jugar. Era fuerte en la marca, trataba de salir jugando. Y en ese tiempo yo estaba en Cobreloa, entonces quería replicar un poco lo que él hacía en la cancha.
- ¿Cuáles son sus próximos objetivos? ¿Llegar a un grande, quizá?
- En este momento estoy muy cómodo, aunque uno siempre aspira más. Cuando estuve en Cobreloa tuve la oportunidad de llegar al extranjero, y no se dio por distintas circunstancias. A veces uno es muy chico, no se mete de lleno en esas cosas y se preocupa de jugar no más. Ahora tengo 31 años, creo que estoy en edad de dar un último salto importante. No sé si a un grande de acá, porque también me gustaría irme al extranjero, ese es mi sueño. Pero, como dije, ahora estoy ciento por ciento enfocado acá en Cobresal, soy el capitán, estamos haciendo las cosas bien y, la verdad, estoy tranquilo.