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TENIS

La espectacular nueva vida del ex tenista chileno Borja Malo

Nació en Barcelona, pero comenzó su carrera en Concepción. Se retiró a los pocos años de debutar: "No era muy bueno y tomé una decisión que me cambió la vida".

La espectacular nueva vida del ex tenista chileno Borja Malo

Borja Malo (33), de padre chileno y madre española, nació en Barcelona, pero a los ocho años se fue a vivir a Concepción. En la Región del Biobío comenzó a trabajar en materializar su gran sueño: ser tenista profesional.

El chileno-español logró lo que quería, pero sólo duró un par de temporadas. El deportista decidió retirarse muy poco tiempo después de debutar. ¿El motivo?. "Lo dejé bastante joven para venir a Estados Unidos a estudiar en la Universidad de Georgia, lo mismo que han hecho muchos tenistas en los últimos años, como John Isner por ejemplo. Yo no lo venía haciendo bien, sólo estaba 700 del mundo cuando tenía 17 ó 18 años. Me vine a estudiar gratis gracias al tenis", cuenta Malo en diálogo con AS Chile.

Hoy, varios años después, el oriundo de Barcelona dice no arrepentirse. Para él, fue la mejor decisión. En Norteamérica estudió Sports Management, se casó con una mujer con una historia parecida a la suya y hoy dirige dos de los clubes de tenis más prestigiosos del país.

"Con la Universidad de Georgia jugué los torneos de tenis universitario más importantes de Estados Unidos. Luego me quebré la muñeca y tuve que irme a terminar mis estudios a Arizona, donde conocí a mi señora y seguí compitiendo. Después nos fuimos juntos a Barcelona, donde cursé mi máster de Marketing Social Deportivo, y ahí regresamos a California para hacer todo lo que hago ahora", comenta entusiasmado.

- ¿Cómo es su vida en Estados Unidos?
- Hoy dirijo el Club de Tenis El Dorado, un contry club de alto grado, de alto standing en el verano. Tenemos todos los deportes de raqueta: tenis, padel y pickleball, que está muy de moda. Estoy siete meses en California y después voy a Colorado, donde dirijo otro club. Ahí estoy de junio a octubre, porque el verano dura poco. Es un lugar más conocido por los deportes de nieve. También trabajo para la marca New Balance, soy una especie de representante, los ayudo en un par de cosas.

- ¿Retirarse joven fue su mejor decisión?
- Seguro que sí. Yo en ese momento no era un gran tenista, en cierto sentido era mediocre porque estaba 700 del mundo. Para mi edad, estaba atrasado en el progreso que tenía que tener. Mi padre jugó en Oregón y él conocía bastante bien el mundo del tenis universitario de Estados Unidos. Yo no era el tipo que trabajaba más duro, tampoco tenía la mejor mente ni estaba tan concentrado para llegar al máximo nivel del tenis.

- ¿Qué le dijeron sus cercanos?
- Yo creo que tuve la suerte de dejar el tenis. Mucha gente me decía que era muy joven para retirarme, que siguiera, pero yo mentalmente no estaba para enfrentar lo que requiere ser tenista profesional. Llegar al 100 del mundo es muy difícil, sobre todo para los chilenos, que es un país pequeño y que no cuenta con grandes recursos para los deportistas. Eso magnifica lo que han logrado nuestros grandes tenistas Jaime Fillol, Patricio Cornejo, Marcelo Ríos, Fernando González, Nicolás Massú y ahora Cristian Garin y Nicolás Jarry.

- Cuando estaba abajo en el ránking, se hacían muchas burlas con su apellido. ¿Cómo lo tomaba?
- (Risas) Me parecía increíble. Yo soy el primero que se ríe de sí mismo. Yo no venía bien en ese momento y La Cuarta me hizo una nota que tituló el "Mejor de los malos" o algo así. Me reí mucho, la tengo guardada. Esas bromas fueron desde niño y menos mal que no lo hacían con el nombre completo, porque mi segundo nombre es Jesús y mi segundo apellido es Casado. Creo que las bromas siempre fueron en buen sentido.

- ¿Extraña Chile?
- Sí, Chile es un país muy bonito. Tengo familia y amigos que echo de menos. La comida siempre se extraña. ¡Qué ganas de comer una buena empanada de pino o de locos, una humita, un buen asado o unas machas a la parmesana. Extraño a la gente en general. El americano es diferente en el sentido de vivir la vida.

- ¿Qué le diría a los niños que hoy sueñan con ser tenista profesional y que quizás no tienen las condiciones o los recursos para llegar a ser un jugador top?
- El primer consejo es que si quieres ser tenista profesional, tienes que saber lo que implica eso y lo complicado que es llegar al primer nivel. Requiere muchos factores. A veces somos buenos, pero no trabajamos tan duro o no somos tan serios. Y lo segundo, es ver su progresión y ser realista con uno mismo, que es lo que hice yo. En la vida hay que tomar decisiones y lo que hice yo fue muy bueno. No tengan miedo, irse a estudiar becado a Estados Unidos es una oportunidad de otro nivel. Te puede cambiar la vida, como me pasó a mí. Y ojo, nunca dejé de jugar tenis, que era mi pasión. Los torneos universitarios se juegan con 5 mil personas en las tribunas. No hay que tener miedo de tomar la decisión si es que uno tiene la personalidad. Eso te hará madurar como ser humano y como tenista.