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U. DE CHILE

El problema sin resolver de Caputto que se le repite a Dudamel

La posición de Pablo Aránguiz para sacar su mejor rendimiento fue un problema recurrente con Hernán Caputto como director técnico y ahora se repite con Rafael Dudamel.

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El problema sin resolver de Caputto que se le repite a Dudamel

El buen inicio de año de la Universidad de Chile de la mano de Hernán Caputto le permitió al equipo ubicarse en las primeras posiciones del Campeonato Nacional, algo que incluso ha mantenido hasta la fecha, pero con un funcionamiento siempre en constante cuestionamiento.

Una de esas críticas se centraron, casi siempre, en la posición que ocupa Pablo Aránguiz. Para algunos es 10, para otros es un mediapunta y también existen los convencidos de que jugando por banda, en el uno a uno, puede marcar diferencias.

Lo cierto es que con Caputto, el formado en Unión Española siempre tuvo un rol complementario a Walter Montillo, siendo la segunda salida o incluso actuando en el sector izquierdo de un improvisado rombo.

Con la llegada de Rafael Dudamel, el sistema táctico quedó fijado en un 4-2-3-1 con Aránguiz abierto en el sector izquierdo. O como en la segunda parte con Universidad Católica, por derecha.

El seleccionado Sub-23 volvió a estar impreciso con la pelota en los pies, prácticamente nunca pudo imponerse en los mano a mano y son cada vez menos las posibilidades de gol que le genera al equipo. Al menos en partidos cerrados, pues no hay que olvidar su retorno al fútbol luego de su extensa lesión, cuando anotó el tercer gol en La Florida en un contra ataque letal.

Por momentos, pareciera que Aránguiz juega sin confianza y dicha situación perfectamente podría plasmarse en la jugada más destacada del clásico universitario, cuando Matías Dituro evitó el gol de la victoria azul al taparle un remate al volante de la U en el área chica.

Igualmente, la fe en Aránguiz es ciega en el club. Tanto a nivel dirigencial -que hace pocas semanas lo confirmó hasta diciembre 2023- como el propio técnico, que esta misma semana dijo que "a Pablito hay que dejarlo jugar". Por lo pronto, el mediocampista sigue buscando la fórmula que le permita marcar las diferencias que marcaba antaño.