Holgado se confiesa en AS: "Me voy a arrepentir toda la vida"
El delantero argentino de Audax Italiano habla por primera vez del accidente de tránsito con resultado de muerte que protagonizó. Lo hace 254 días después del suceso.
Rodrigo Holgado (25) jamás olvidará el 28 de abril del 2020. Aquella jornada, el delantero de Audax Italiano protagonizó un accidente de tránsito con resultado de muerte, y su vida dio un giro: estuvo recluido en el penal Santiago 1, actualmente se encuentra con arresto domiciliario nocturno y el próximo 10 de febrero afrontará una audiencia de procedimiento abreviado. "Ese día debería terminar el proceso", sostiene una fuente judicial.
Por lo pronto, Holgado decide hablar del tema por primera vez en AS Chile. Y lo hace 254 días después del fatídico suceso. En la instancia, aunque el goleador audino asume su culpa, reitera estar arrepentido. Incluso, por momentos, su voz tiende a quebrarse. "De vez en cuando siempre me acuerdo de lo que pasó, y de la familia que quedó sin su padre, sin su abuelo... Duele mucho. Pero me quedo con que soy una buena persona que se equivoca", dice el argentino.
- ¿Cómo ha sobrellevado esta etapa?
- La verdad es que es muy difícil. Obvio que estoy totalmente arrepentido, pero bueno, también tengo el apoyo de mi familia. Siempre lo tuve. Eso fue lo que me hizo sentir bien. Estuve muy mal en los primeros meses. Nunca salí con la intención de lastimar a nadie, y es algo de lo que me voy a arrepentir toda la vida. Por suerte pude hablar con la familia de Jorge Silva, la persona que falleció, y me perdonaron. Eso me hace estar más tranquilo.
- En su momento, La Tercera informó que usted había tenido trastornos psicológicos dentro de la cárcel. ¿Qué tuvo específicamente?
- Tenía ataques de ansiedad. Es difícil, porque es una vida. Uno está acostumbrado a ser jugador de fútbol, a vivir del día a día, y de repente estar en una situación así es muy complicado. Por suerte tuve a mi familia, a mucha gente que me apoyó, y eso me hizo salir adelante.
- ¿Se sigue sintiendo atormentado?
- Ahora me siento bien. Obvio que siempre se me vienen pensamientos y cosas, como qué hubiese pasado si me hubiera quedado en mi casa, si no hubiese hecho ese error tremendo... Pero bueno, las cosas se hicieron y, lamentablemente, no se puede devolver el tiempo atrás. Queda aceptarlo, aprender... Y no es hacerse la víctima. Aquí las víctimas son los familiares, que perdieron un ser querido. Me voy a arrepentir toda la vida.
- ¿Quiénes fueron sus pilares en el momento más crítico?
- Siempre quise salir adelante por mis hijos. Son la razón de mi vida. Mi esposa, mis padres, que sufrieron mucho. Todo se lo debo a ellos.
- ¿Qué tan importante fue ese respaldo?
- El apoyo que me dieron... 100. Yo estaba muy mal. Ellos siempre estuvieron entendiéndome. Es un momento muy difícil, que no se lo deseo a nadie. Fue el peor momento de mi vida. Por suerte tuve a mi familia, que se encargó de todo y de hacerme salir, sentirme mejor. Hoy en día estoy bien. Como te digo, las cosas siempre se me vienen a la mente... No me voy a olvidar, porque una persona ya no está. Si salí adelante fue totalmente por mi familia.
- ¿Y qué hay de sus compañeros y el cuerpo técnico en Audax?
- Lo más importante para mí es el apoyo de todo el grupo. Es bárbaro. En el tiempo que tuve los peores momentos de mi vida, el grupo estuvo conmigo. Todos. La verdad es que no esperaba tanto, ya que siempre hay jugadores con los que te llevas y con los que no. Pero siempre son compañeros y siempre está el respeto. Todos me apoyaron, y eso, la verdad, es buenísimo.
- ¿Qué lo hace seguir adelante?
- Siempre trato de mirar a mis hijos, verles la cara, y querer lo mejor para ellos. Con eso creo que tengo toda la fuerza necesaria para salir adelante. Con solo verlos a ellos, a mi esposa, y ver todo lo que sufrieron mis padres. Creo que no hay mejor motivación que esa.
- Me comentaba que habló con la familia de la víctima. ¿Qué pudieron conversar?
- Me junté con el hijo, Cristopher, y bueno, fue un momento muy muy difícil. Me perdonó, hablamos muchísimas cosas que te imaginas. No sé si decirlas por respeto... Pero me dejó tranquilo. Me dijo que siga con mi vida. Lo valoro un montón. Hay que mirar los errores y aprender de ellos.
- Cuando usted volvió a jugar y marcó ante O'Higgins, miró al cielo y pidió disculpas. ¿Cuáles fueran las sensaciones que invadieron su cuerpo en ese momento?
- La verdad es que no tenía nada pensado ni nada. Después de ese partido no podía parar de llorar. Fue muy difícil. Me salió pedir perdón a la persona que falleció y nada... me salió de alma. Como se lo dije al hijo, espero no haber ofendido a nadie con el perdón. Me salió...