La Roja
El club que cambió la carrera de Almeyda para siempre
El técnico argentino, que está muy cerca de llegar a la Roja, tuvo un momento clave en su camino como entrenador en 2015 ¿Cómo termino esa historia?
En México, Matías Almeyda dejó una huella imborrable tras su paso por el Club Deportivo Guadalajara. El técnico argentino fue el responsable de devolverle a Chivas, uno de los equipos más grandes del país, la gloria que por años había perdido. La noche de su presentación en el estadio prometió “despertar al gigante”. Cumplió su palabra.
Fue en 2015 cuando llegó a la ciudad de Guadalajara para asumir el cargo. El día que pisó tierra tapatía, el anterior técnico, José Manuel de la Torre, todavía estaba dirigiendo el entrenamiento del equipo. Fue despedido poco después, para así abrir paso al “Pelado”. Comenzó entonces una era inolvidable para el Rebaño Sagrado.
Su gestión de poco menos de tres años se caracterizó por devolver al equipo el protagonismo que había perdido. Chivas no conseguía título alguno desde diciembre de 2006. Con Matías Almeyda como entrenador, el club llegó a siete finales y conquistó cinco campeonatos: una Liga MX, dos Copa MX, una Supercopa MX y una Liga de Campeones de la Concacaf.
Almeyda, entre los mejores de la historia
De su mano, el Club Deportivo Guadalajara tuvo la etapa más brillante de su historia desde la era del Campeonísimo, como se conoce a la generación de Chivas que conquistó ocho títulos de Liga entre 1957 y 1970. En menos de tres años de gestión, colocó su nombre entre los técnicos más importantes en 114 años de vida que tiene el equipo.
El grado de identidad que logró con los aficionados de Chivas es algo que no se había visto en la historia contemporánea del equipo. Matías Almeyda es querido en la ciudad de Guadalajara hasta el día de hoy. Su discurso enamoró a los seguidores rojiblancos al declararse constantemente un creyente del talento que existe en el mexicano, en un club que juega sólo con futbolistas nacidos en este país.
El punto cumbre de su gestión llegó el 28 de mayo de 2017. Chivas enfrentó a Tigres, la nómina más alejada del futbol mexicano, en la Final del Torneo Clausura. No partía como favorito, pero se impuso en los dos partidos por global de 4-3 para conquistar el título de Liga número 12 de su historia. Puso fin a más de 10 años de sequía, pues no lo ganaba desde 2006.
Los jugadores primero
Se mostró como un hombre solidario con el futbolista, lo cual le generó problemas con el entonces presidente del club, José Luis Higuera. Ese conflicto terminó por desatar su salida, pese a los títulos que respaldaban su permanencia con el equipo. Pero cuando hubo que decidir un bando, se inclinó siempre hacia el lado del jugador.
Chivas disputaba la recta final de la Liga de Campeones de Concacaf en 2018, que ganó con Matías Almeyda para calificar al único Mundial de Clubes de su historia, cuando estalló el mayor problema. Los jugadores exigían a la directiva el pago del premio económico prometido por la conquista de la Liga MX y Copa MX en el primer semestre de 2017.
Ante la falta de respuesta, casi un año después de la obtención de dichos títulos, los futbolistas optaron por protestar de forma pública. Durante un entrenamiento abierto a los medios de comunicación, saltaron a la cancha del estadio con camisetas en las que demandaban el pago y prometían ganar la Concacaf por el club y sus aficionados, no por la directiva.
Con el respaldo de Matías Almeyda, los jugadores pudieron expresarse y exigir lo que se les había prometido. Pero a la directiva no le cayó para nada bien lo sucedido. Al término de ese semestre, se tomó el pretexto deportivo de quedar fuera por segundo torneo consecutivo de la fase final de la Liga MX para despedir al “Pelado”, sin importar que acababa de ganar el primer título internacional de Chivas desde 1962.
Los futbolistas que estuvieron con él también fueron despedidos poco a poco. A tres años de distancia, muy pocos quedan de aquel plantel. Los jugadores le recuerdan como un amigo, todos se refieren a aquel grupo como una familia. Supo gestionar el talento de cada uno y sacar incluso más de lo que se esperaba, como en el caso de Jesús Sánchez o del capitán Carlos Salcido, a quien le retardó el retiro para que se quedara con el equipo después del título de 2017.
En Guadalajara, los aficionados le recuerdan con cariño. Supo ganarse su cariño con una propuesta futbolística atractiva, acompañada de buenos resultados. Cada que un entrenador es despedido, se suspira por su regreso. En México, Matías Almeyda dejó una huella imborrable y en menos de tres años grabó su nombre para siempre en la historia de Chivas.