SAN FELIPE 0 - MELIPILLA 1
Gustavo Guerreño (29) vivió un momento especial en el ascenso logrado por Melipilla ante San Felipe. El delantero fue el encargado de anotar el tanto que igualó la serie ante los albirrojos y forzó la definición por penales. Uno de los goles más importantes de su carrera.
Una que lo ha llevado desde Paraguay hasta El Salvador, y ahora Chile, donde piensa seguir por un largo tiempo. En su mente está afianzarse en Primera, y dar el salto. "Estoy entre el Colo Colo y la U. Ambos equipos me gustan, pero si me voy por los colores, me gusta más la Universidad de Chile", afirma el nacido en Paraguay.
- Llegó a Melipilla en 2018 y desde entonces ha ido agarrado protagonismo hasta ser una de las grandes figuras del ascenso. ¿Cómo ha sido el proceso de adaptarse al fútbol chileno y la cultura del país? - Me costó el tema del clima y el cómo hablan los chilenos. A mi me decían que hablaba rápido, aunque acá la gente lo hace más. Me costó entenderlos, pero después me acostumbré y adapté. El técnico y mis compañeros me dieron bastante confianza y eso me ayudó bastante. Además, hay compañeros que han jugado en varias partes del mundo y tienen mucha experiencia. Eso me facilitó mucho el tema.
- ¿Qué ha sido lo que más le ha impresionado de Chile? - Lo que más me ha impresionado es la violencia que hay hacia la mujer y cualquier persona. En mi país nunca vi tanta violencia como la que hay acá. La gente no respeta mucho y con el tema de la pandemia, vi mucha irresponsabilidad.
- No fue un torneo normal por el tema de la pandemia del Covid-19, ¿cómo lo vivió? - Fue súper raro e incómodo. Yo estaba con mi familia y cuando comenzó todo esto tuve que mandar a mi señora e hija a Paraguay. Ahí me quede uno siete meses solo. Fue algo duro, pero como le decía a mi familia y señora, al final todo ese sacrificio tuvo su recompensa.
- ¿No tuvo en algún momento intenciones de dejar todo tirado y volver a Paraguay junto a su familia? - Me pasó muchas veces por la cabeza la idea de volver y dejar todo, pero como te dije, todo esto es por mi hija. Uno sale fuera del país para que te vaya bien y mejorar económicamente. Tenía que sacrificarme un poquito por ellas y gracias a dios ese esfuerzo dio frutos.
- ¿Qué expectativas tienen en Melipilla sobre su desafíos en Primera? - Tenemos objetivos grandes. Lo primordial es mantener al equipo en la categoría y, por qué no, clasificar a Copa Sudamericana o Libertadores. Es algo lejano, pero no imposible. Al igual que Coquimbo, que le fue súper bien en la copa, uno también sueña con llegar a esa instancia.
El anhelado ascenso - Lograron el ascenso con Melipilla después de 13 años, ¿cómo vivieron esos dos partidos ante San Felipe? - Es algo que todo futbolista sueña. Nos lo tomamos con mucha calma. El primer partido, en el que perdimos de local, a mi parecer no merecimos ese resultado. Fueron desatenciones nuestras las que permitieron que ellos anotaran. Pero en el grupo siempre estuvimos conscientes de que podíamos ganarlo y vencerlos por uno o dos a cero.
- En el partido de vuelta marcó el tanto que igualó la serie, me imagino que debió ser un gol bastante especial para usted… - Es uno de los goles más importante de mí carrera. Ya había marcado antes en algunas finales y esta no fue la excepción. Es una sensación diferente el marcar para que un equipo vuelva a Primera División después de tantos años.
El paso por El Salvador y su rivalidad con Abreu - Ha jugado en Paraguay y El Salvador, ¿qué diferencias hay en estas ligas con respecto a la chilena? - Para mí, el fútbol paraguayo es más competitivo que el fútbol chileno, porque es más fuerte e intenso, también se va más a la dividida. Lo que veo es que en Chile son bastante técnicos y hay buenos jugadores. Acá ahora estamos tratando de implementar nuevas cosas como el juego aéreo y mantener la pelota, algo que la Selección Chilena ha hecho muy bien en los últimos años. Con respecto a El Salvador, creo que hay mucha diferencia física y táctica con respecto a las otras ligas. Es muy bueno el fútbol en todo caso. A mi me fue bastante bien ahí, salí campeón y goleador, así que no me quejo.
- ¿Cómo fue esa experiencia en El Salvador? - El Salvador fue un puente para lograr salir y ver cómo me iba en el extranjero. Gracias al fútbol y trabajo que mostré allá pude recalar en Chile. También tuve ofertas para irme a equipos grandes allá, pero me sedujo más la idea de volver a Sudamérica.
- Fichó por el Santa Tecla en 2018, club donde jugó Sebastián Abreu. ¿Alcanzó a compartir con el delantero uruguayo? - Yo llegué a ser rival de él y jugamos finales en contra. No alcancé a ser compañero. En el siguiente torneo me fui a Santa Tecla, cuando Abreu ya se había marchado. Él era una eminencia allá. Después del ‘Mágico’ González, era uno de los más grandes.