Cauas
Bajemos la pelota, jerarquicemos el cerebro
Desde hace años que los científicos vienen investigando fuertemente el área de las emociones en el ser humano. Y es que el tema de las emociones estuvo postergado mucho tiempo y la información que teníamos, acerca de cómo funcionaban, ya había quedado obsoleta. Y sobre todo desde la biología del cerebro se ha re-investigado y re-descubriendo cómo inciden las emociones en nuestra vida cotidiana, dándole una nueva jerarquización al tema de conocer nuestras emociones, y gestionarlas adecuadamente.
Todo esto lo comentamos a partir de la lamentable noticia, ocurrida hace unos días, en relación a la trágica muerte del futbolista argentino Santiago “Morro” García, que creo que más que abrir un debate, simplemente ha sido sumar más evidencia a esta causa, a la de otorgarle una verdadera importancia a la observación de las emociones en el comportamiento humano.
Uno de los principales hallazgos obtenidos desde el estudio del cerebro ha sido comprobar que más del 90% de las decisiones que tomamos diariamente, son regidas por el sistema límbico del cerebro, sistema donde se generan nuestras emociones. Por lo tanto nuestras emociones están mucho más involucradas de lo que creemos en nuestras vidas. Otra de las reactualizaciones en torno a este tema es que cuando uno “esconde” las emociones, el cuerpo enferma y lo hace desde simples síntomas, hasta enfermedades más vitales. Por ello aprender a conocer nuestras emociones (como se generan y por qué) se hace fundamental en primera instancia, pero posteriormente aprender a gestionarlas es muy necesario para que no afecten la performance de una persona. Técnicamente una emoción no puede ser controlada, porque una emoción no puede ser reducida a cero, pero si podemos reducirlas en su intensidad independientemente sea una emoción placentera o displacentera para nuestro cerebro (ya no se habla de emociones negativas o positivas).
Prueba de ello es que la FIFA desde el año pasado le ha comenzado a exigir a sus clubes afiliados que incorporen de manera obligatoria un psicólogo en los staff técnicos, asignándole a la salud mental un espacio de trabajo con los futbolistas.