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Fútbol Americano

Sammis Reyes, el chileno que está a un paso de jugar en la NFL

El oriundo de Maipú se encuentra en el Programa Internacional de la NFL compitiendo por uno de los cupos para la Liga Nacional de Fútbol Americano en USA.

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Sammis Reyes, el chileno que está a un paso de jugar en la NFL

Sammis Reyes (25) era considerado uno de los prospectos más grandes del básquetbol chileno. Después de varios años disputando la NCAA I de Estados Unidos junto a la Universidad de Tulane, el deportista de dos metros de altura dejó la actividad y se centró en su trabajo, hasta que una repentina propuesta lo hizo dar un cambio de 180° grados en su vida.

A principios de 2020, el oriundo de Santiago fue incentivado por entrenadores y agentes para que se dedicara al fútbol americano e intentara quedar en la NFL, sitio donde nunca un chileno ha dicho presente. Para ello, el ex basquetbolista deberá estar nueve semanas a prueba en un programa internacional junto a otros 10 atletas para intentar llegar a una de las mayores ligas deportivas del mundo.

"Tengo nueve semanas para cambiar mi vida. Si en ese tiempo no soy elegido, vuelvo a cero", confiesa en conversación con AS Chile.

- ¿Cómo ha sido la experiencia de vivir el Programa Internacional de la NFL y estar en el Academia IMG?
- Ha sido espectacular. Hay 11 deportistas y atletas de todas partes del mundo: Alemania, Italia, Gran Bretaña, México. Algunos de ellos han estado en las olimpiadas en otros deportes. Para mí es un privilegio estar acá y tener la oportunidad que ningún otro chileno ha tenido. Es una oportunidad real con la NFL, una de las ligas más grandes del deporte en cualquier mundo. Así es que entiendo todo lo que significa y estoy agradecido.

- ¿Cómo es el tema de la selección para que finalmente pueda formar parte de la NFL?
- Si no quedo con el programa, puedo llegar a cualquier equipo a través de mi agente. Lo otro, si dentro del programa me seleccionan, donde habrá entre cuatro a ocho elegidos, dependiendo del talento de cada uno, la NFL nos va a poner en un equipo. Ese proceso se va a basar en cómo voy a andar en estas nueve semanas en el campamento. El 11 de abril nos dirán. Son las nueve semanas más importantes de mi vida.

- ¿Su base en el básquetbol, un deporte colectivo y muy táctico, le dan cierta ventaja sobre el resto de sus compañeros que postulan a la NFL?
- 100%. Hay un jugador que antes era seleccionado de Francia de taekwondo, entonces él estaba acostumbrando a una actividad de sólo dos personas. Haber estado en un vestuario y saber lo que significa aprender jugadas y tener un libro inmenso sobre ellas me da ventaja.

- ¿En qué posición se está preparando para jugar?
- Voy a jugar de ‘Tight end’, o ala cerrada en español. Es una posición que requiere de todo: bloquear, correr y atrapar balones. Dentro de la cancha, ese puesto es probablemente para el jugador más versátil o que tiene más roles. Al final del día es súper entretenido, porque puedo taclear y bloquear gente, pero al mismo tiempo atrapar el balón y ver si puede anotar un touchdown.

Los primeros acercamientos con el fútbol americano

- ¿Cómo surgió la oportunidad de llegar al fútbol americano?
- Estuve viviendo hace un par de años en el Estado de Virginia y tuve la chance de ir a New York con uno de mis mentores más grandes, Steve Refling, que está en la industria de la música y tiene a 15 de los raperos más conocidos. Él y su hijo me pusieron al teléfono con diferentes entrenadores de fútbol americano y agentes, para convencerme de que yo tenía una chance real de llegar a la NFL solamente por mis cualidades físicas. Mido dos metros, corro muy rápido, salto mucho y me muevo bien lateralmente. Me pusieron al teléfono con estos tipos y me convencieron de que era lo mejor para mí darle una chance a este deporte, donde puedo llegar a ser un modelo para seguir mucho más grande que si me quedara en el básquetbol. Además puedo recibir más dinero. En cinco meses ya me estaban llamado equipos de la NFL.

-¿Y su primera impresión al pararse en una cancha?
- El cambio más grande fue ponerse el casco, que pesa unos ocho kilos, y correr con eso. Al final son unas 10 ó 20 libras añadidas al cuerpo junto con las hombreras. También el tema de recibir un impacto y tener que apretar todo el cuerpo al momento que te llega un hombre de 120 kilos a tratar de tirarte al piso. No creo que haya otro jugador dentro del programa de la NFL que tenga la mentalidad que tengo yo.

- Lleva prácticamente un año dedicado a entrenar fútbol americano, ¿cómo ha sido el proceso de adaptarse física y tácticamente desde el basquetbol a esta disciplina?
- Tuve que subir alrededor de 20 kilos. Es un deporte agresivo, mucho más fuerte y con más destreza física que el básquetbol. Ha sido un gran cambio el tener que sentarse cinco horas diarias a aprender de un deporte que no es fácil de entender y que requiere de muchas estrategias. El fútbol americano es como jugar ajedrez. El entender cada pieza y rol de los jugadores requiere mucho tiempo, el cual no tengo.

-Al momento de terminar sus estudios y dejar la NCAA I, ¿no pensó en probar suerte en algún club de baloncesto en Europa?
- Por supuesto. Probar suerte en otra liga fue algo que conversamos con mi agente. Fue algo que pasó por mi cabeza, pero al mismo tiempo me encanta Estados Unidos y llevo viviendo acá desde que tengo 14 ó 15 años. Entonces, el volver a cambiarse de país y empezar desde cero, como lo hice cuando era más chico, era un cambio que estaba dispuesto a hacer. Cuando me surgió está oportunidad de la NFL, me enfoqué en ella. Es una oportunidad única en la vida.

- ¿Cómo fue la reacción de su familia y cercanos con la decisión de desligarse del básquetbol?
- Ellos me apoyaron desde el día uno. Saben y conocen cómo es mi ética de trabajo. Todavía no he cortado la relación con el básquetbol. Tengo mi compañía, "Elite Training Sports", junto a mis mejores amigos, que la está rompiendo hoy en día.Los fines de semana doy clases y enseño sobre basquetbol y mentalidad a los deportistas que quieran dar el siguiente nivel. Tenemos alrededor de 40 jugadores en Chile y Latinoamérica que quieren jugar básquetbol. Aunque yo ya no esté jugando, todavía tengo la chance de enseñarles a ellos lo que se requiere para que puedan avanzar. Esa es mi forma de contribuir y dar mi vuelta al básquetbol.

Su legado e interés en ayudar al resto

 - Usted tiene un canal de Youtube donde entrega herramientas y conocimientos para los más jóvenes...
- Es algo que me interesa mucho hablar. Más que como deportista, siento que puedo contribuir con este tipo de cosas. Me encanta leer y escribir. Nunca estoy a más de 10 pasos de un cuaderno, porque me encanta escribir todas las mañanas mis objetivos del día y las cosas que quiero cumplir. Muchas veces los seres humanos buscamos las respuestas dentro de nosotros y no nos damos cuenta de que durante milenios de años hubo personas que pasaron por lo mismo. Si yo tengo depresión, hubo otra persona que también vivió lo mismo y salió del problema. He tenido la suerte tener mentores que han estado en la NBA y me sentiría súper egoísta de no transmitir este mensaje a los chicos de Chile y Latinoamérica, especialmente a lo de Maipú y Santiago. Yo estuve en esos sitios y sé lo que es tomar la micro durante dos horas para ir a entrenar o tener que caminar al colegio muerto de frio durante el inverno.

- Más allá del éxito deportivo, ¿su objetivo es dejar un legado?
- Mi objetivo como ser humano es llegar a la cima y traer a la mayor cantidad de gente posible conmigo. Eso es lo que quiero lograr. El día que me vaya a morir, me gustaría mirar atrás y ver que ayudé a 100 mil personas a cumplir sus objetivos. Me daría por pagado

- En Chile Joaquín Niemann está popularizando el golf y Cristián Garin está levantando el tenis después de un periodo opaco. ¿Le gustaría ser un referente y ejemplo para chilenas y chilenos?
- Es uno de mis objetivos. Esta nueva camada de deportistas ha sido tremenda y se nota que en Chile hay talento y ganas. Lo que falta es información, estructura y más dinero para apoyar. El tener estos modelos a seguir beneficia al país y a las personas en sí. Yo creo que puedo ayudar a los que vienen después de mí a tener una mentalidad aguerrida y de no rendirse nunca.

-  Me imagino que debe sentir mucha presión, ¿cómo ha sido el tema de sobrellevar las expectativas que el resto y usted mismo tienen?
- He pasado por momentos dentro de mi carrera deportiva en los que las cosas no me salían como yo quería, y eso me llevó a buscar caminos auxiliares para lidiar con todo el estrés, ansiedad y la presión, porque ahora si tengo bastante. Tengo nueve semanas para cambiar mi vida. Si en ese tiempo no soy elegido en el programa, vuelvo a cero. He logrado conseguir el hábito de la meditación, eso me ha ayudado a bajar la presión y los niveles de estrés. Voy día a día y sin pensar tanto en el futuro.