Harold y Mosa, la peor dupla para conseguir refuerzos
Colo Colo terminó una de las campañas más traumáticas de su historia y parece que en Blanco y Negro aún no le toman el peso. Hasta ahora solo suman dos fichajes inciertos. Juan Carlos Gaete anduvo bien en Cobresal, es cierto, pero no hay certeza de cómo podría reaccionar ante la presión de jugar en el Cacique. Lo de Felipe Fritz es una apuesta total que ni siquiera estaba en la lista de Gustavo Quinteros. Rindió en Unión con Ronald Fuentes, pero antes dio tumbos con Cobreloa y Rangers en la B.
En resumen, hasta ahora no ha llegado ningún jugador calado. Y se fueron al menos ocho jugadores de peso. Ocho. Casi un equipo completo. Y la lentitud sigue ganando. No saben o son malos para negociar, no hay otra razón. Si incluso los jugadores que están libres son toda una complicación. Octavio Rivero, Cristian Palacios y Martín Rodríguez suenan hace rato, pero los días pasan y nada se concreta. De hecho, el ex Unión se cansó de esperar y de decir en todos lados que quería jugar en Colo Colo. Anotó 15 goles, casi el doble de los que sumaron todos los '9' del plantel albo (2 Blandi, 2 Parraguez, 1 Morales y 3 Paredes), pero ni por eso fueron capaz de cerrarlo. Al final prefirió volver a Santa Laura.
Llevan un montón de días negociando por Jens Buss de Curicó, otra apuesta, y aún no lo pueden cerrar. Y no hay que dejar de lado que se trata de un jugador que vivió su primera temporada en la máxima categoría. Imagínense cómo será intentar fichar a un avezado de algún otro equipo.
Hoy Colo Colo no tiene un gerente deportivo. Aníbal Mosa y Harold Mayne-Nicholls son los encargados de negociar y buscar, pero da la impresión que a medida que se le van ocurriendo nombres, van sondeando. Puros manotazos de ahogado mientras tachan y tachan los jugadores que se les van cayendo. No hay un trabajo detrás y más allá de que Gustavo Quinteros entregó una lista, en los últimos años rara vez ha llegado el plan A, B o C de esas peticiones.
Al final, Maximiliano Falcón solo es una excepción en medio de tanta ineficiencia y Pablo Solari es todo mérito de Walter Lemma, ayudante del DT albo. Este último está a préstamo hasta fin de año, pero ya lo deberían haber comprado, no se sabe qué esperan. No sería raro que no hagan nada, que el precio siga subiendo y que a fines del 2021 lo pierdan.
Otro punto en contra. Hace un tiempo se anunció con bombos y platillos una secretaría técnica para seguir jugadores, pero a la luz de los hechos queda claro que eso no existe. Ni con jugadores del torneo chileno ni menos con extranjeros. No se mira a Uruguay, Paraguay o Ecuador, por ejemplo. ¿Es tan difícil encontrar y contratar jugadores? Es cosa de mirar los partidos para detectar a algún futbolista que pueda ser opción e ir mirando su evolución. Sin embargo, parece que a los dirigentes se les complica el panorama cuando comienza a rodar la pelota. Y también cuando deben sentarse a negociar, que debiera ser su plus. Hoy Colo Colo sigue a la deriva, apuntando a todos lados hasta que algo, lo que sea, resulte. Así, el 2021 no se ve nada de auspicioso.