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ORTEGA

Todo para ser un crack

Actualizado a
Todo para ser un crack
FELIPE ZANCA/PHOTOSPORT

Si no acontece nada extraño, en las próximas horas Carlos Palacios dejaría Unión Española para convertirse en nuevo jugador de Internacional de Porto Alegre. El volante ofensivo es una de las grandes apariciones del último tiempo en el fútbol chileno, los brasileños lo detectaron (así como también lo hicieron con Charles Aránguiz en la antesala de su llegada a la Bundesliga) y están a un paso de concretar el fichaje. Consiguieron una rebaja de los 4 millones de dólares iniciales que cobraban en Santa Laura y pronto Palacios cambiaría la camiseta roja por la colorada del Inter.

Mientras, y en una buena estrategia para no perder el foco en lo futbolístico, el volante hace como si nada estuviera pasando. Actuó todo el partido ante Independiente del Valle en el duelo de ida por la segunda ronda de la Copa Libertadores, en que Unión venció por 1-0. No fue una gran presentación de Palacios, pero de todas maneras le alcanzó para ser uno de los hombres sobresalientes del encuentro. Inició el pleito en su puesto nato, como único mediocampista ofensivo detrás de los tres atacantes, y durante el segundo tiempo se desempeñó de extremo o puntero izquierdo. En esta última función consiguió mayor protagonismo y tuvo más incidencia en el ataque local.

Recién fue el primer partido oficial de los hispanos en la temporada 2021. Solo habían disputado un duelo preparatorio contra Magallanes, de la Primera B, así que exigirle a Palacios que fuera el de 2020 no tiene ningún sentido. De a poco seguramente irá retomando el nivel futbolístico que llamó la atención en la campaña pasada y le permitió también debutar por la Roja en las Eliminatorias. Si sigue en Unión, lo más probable es que el DT Jorge Pellicer lo haga deambular entre la posición de volante ofensivo y la de extremo o puntero por la derecha o la izquierda. Si se marcha al Inter de Brasil, allá lo esperan como un delantero con ductilidad para desenvolverse por todo el frente del ataque, aunque con mayor énfasis por las puntas.

Palacios tiene todo para ser un crack, partiendo por la polifuncionalidad para rendir adecuadamente en los cuatro puestos del bloque ofensivo (mediocampista de ataque, centrodelantero y extremo o puntero por cualquiera de las dos puntas). En un fútbol donde el talento puro muchas veces viene acompañado de un montón de caprichos tácticos personales, que el hispano muestre plena disposición al cambio constante de rol es una fortaleza que probablemente le abrirá muchas puertas en el futuro. La primera ahora es la de Internacional de Porto Alegre.  

Durante la etapa formativa, el hispano siempre actuó de volante ofensivo. Ese es su puesto original y es donde mejor rindió hasta su irrupción en el primer equipo de Unión. En el ciclo de Ronald Fuentes, se consolidó como 'extremo o puntero derecho mentiroso'. Claro, porque ocupaba esa zona para iniciar sus intervenciones en la construcción de juego o en el cumplimiento de las obligaciones defensivas. Sin embargo, luego contaba con plena libertad para aparecer por todas partes, en un deambular creativo constante, de asociaciones y maniobras individuales de peligro, que desajustaban a los bloques defensivos rivales.  

Es fuerte y su estatura también le permite actuar sin problemas en el eje del ataque. Sin embargo, su vida en la cancha pasa por 'generar cosas' en la zona ofensiva: encarar, driblear, conducir y arrastrar marcas, rematar, asistir, tocar e ir en busca de la devolución dentro del área o también ser él mismo el apoyo para las rupturas de otros con intención de gol. Palacios se vislumbra como el crack que viene en el fútbol chileno y debiera ratificarlo si finalmente emigra al Inter de Brasil.