Dejen a Blandi
Las historias de Angelo Henríquez y Nicolás Blandi podrían tener mayor similitud de lo pensado. Como sabemos el delantero chileno, cuestionado prácticamente durante todo 2020 por su baja producción goleadora, fue ofrecido a distintos clubes sudamericanos porque no era considerado por Hernan Caputto, al tiempo que su alto sueldo constituía un ruido financiero para Azul Azul que buscaba reducir los costos operacionales y de la planilla en un 30%.
Con la llegada de Rafael Dudamel e independiente de que futbolísticamente el equipo nunca terminó de convencer la temporada anterior, Henríquez tuvo un segundo aire. Recuperó la titularidad y también su efectividad frente al arco. Hoy es el mayor agente ofensivo de los azules y su elevada renta quedó en segundo plano. Volvió a ser un jugador rentable. Se revalorizó.
Nicolás Blandi, el nueve del archirrival, está en limbo. Colo Colo busca un ariete hace varias semanas por encargo de Gustavo Quinteros. Negoció con Octavio Rivero, pidió precio a Universidad de Concepción por Cecilio Waterman y, actualmente, está en un tira y afloja con Talleres de Córdoba por el joven Favio Cabral. ¿Blandi? No entra en los planes del técnico y es ofrecido por cielo, mar y tierra a otras ligas. Su alto costo, un salario de 65 mil dólares mensuales, ha sido la piedra de tope. En Sudamérica la recesión golpea fuerte y los números recientes del delantero trasandino no invitan precisamente a un desembolso de ese tipo.
El ex San Lorenzo cumple hoy la pretemporada en Talca en la más absoluta incertidumbre aunque a sus cercanos les habría dicho que quiere permanecer en Colo Colo. Si los albos no lo logran ubicar en algún club (donde él quiera ir, por cierto) arrancará la temporada como el último delantero. Una contradicción total respecto de su sueldo y trayectoria, pero una medida con asidero a partir de su nulo aporte en el último tercio del campeonato.
¿Qué pasó con Blandi en aquel período? Es la pregunta que miles de colocolinos se hacen. Los hechos dirán que quedó fuera de las convocatorias por lesión o mayoritariamente por decisión técnica. Pero ¿qué vio Quinteros que lo margino? ¿Por qué nunca lo comentó explícitamente? Según versiones acreditadas, Blandi mostró escaso compromiso y lesiones que no se condecían con los informes médicos. Raro, todo muy raro.
A Blandi y Colo Colo se le acaba el tiempo y opciones para resolver el entuerto y así las cosas lo mejor es que ambos hagan borrón y cuenta nueva. Es decir, dejar atrás eventuales resquemores y mirar hacia adelante. Con la renovación del vestuario y los nuevos aires que se respiran en Macul quién no dice que el argentino termina siendo el goleador que todos los hinchas albos esperan. En la U, Henríquez mostró el camino. Mientras tanto en la pretemporada del Cacique, Blandi clama por una oportunidad y se esmera en los entrenamientos. Quinteros tiene la última palabra, pero a todas luces el ex San Lorenzo debe ser el ariete titular en la Supercopa del 21 de marzo ante Católica.