La segunda juventud de Bravo y las definiciones de su futuro
El chileno empieza a dejar atrás sus problemas físicos y ante Atlético de Madrid fue una de las figuras. Con 38 años, Pellegrini lo tiene como pieza clave.
En la recta final de la liga española, Claudio Bravo ha emergido como figura clave del Betis. Ante Atlético de Madrid tuvo una actuación descollante que parece haber puesto fin a la lucha con Joel Robles y a los problemas físicos que atentaron contra su titularidad.
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Además, a sus 38 años, es una de las piezas importantes para Pellegrini. No sólo por su aporte en cancha, sino también por su peso en el camarín. Su liderazgo fue halagada en múltiples ocasiones por su técnico cuando estaba fuera del once y más allá de unos números mejorados a lo largo de la temporada, su papel en los últimos duelos fue decisivo y eso ilusiona a la institución de cara al cierre del torneo.
Su futuro en el club
Sobre la mesa también hay un futuro con dudas. Su contrato dura hasta 2022, al igual que el de Joel Robles. Todo ello con la sombra de la llegada de Rui Silva para asentarse en la portería verdiblanca del próximo torneo. Pero Bravo atraviesa su segunda juventud y quiere más en el Betis. Su objetivo es seguir a las órdenes de Pellegrini a sabiendas que la figura del técnico es un gran aliado para seguir contando con tiempo de juego. De momento, su papel es providencial en el equipo verdiblanco, sin mirar ni a un pasado de dudas ni a un futuro incierto.