Fernando de la Fuente (35 años, a la derecha en la foto) llegó en 2011 a O'Higgins y se quedó varios años en Chile. Además del conjunto rancagüino, el volante trasandino pasó por La Serena y Santiago Wanderers, pero sin duda el punto más alto de su carrera fue llegar a Colo Colo (2012-2013).
En diálogo con AS Chile, el aguerrido volante de corte argentino repasó su etapa en nuestro país y habló de su nueva vida. "A los 33 años volví a mi pueblo, a mi ciudad en la Provincia de Río Negro. Se me dio la chance de ir a Sol de Mayo, un club que compite en el Torneo Federal A, y ya llevo dos años. Decidí estar de vuelta con mi familia, porque me los perdí mucho tiempo", cuenta Fernando de la Fuente.
- ¿Tiene proyectada la fecha de su retiro o aún no? - Todavía no sé. Futbolísticamente estoy mejor que cuando era más pibe (risas). Aprendí a ser más profesional, así es que esperaré un tiempo.
- ¿Cómo recuerda su paso por Chile? - De buena manera. O'Higgins me abrió las puertas para ir a Chile. Con Ivo Basay tuvimos una experiencia linda, tuve compañeros nuevos, yo nunca había salido de Argentina. Se hablaba de la rivalidad de argentinos y chilenos y eso no existe. Me trataron siempre bien. En Colo Colo se formó un grupo espectacular y en La Serena estuve poco, pero igual lo recuerdo con cariño.
- ¿Cómo fue para usted llegar a Colo Colo? - Siempre estuvo en mi cabeza jugar en un equipo grande. Y no voy a mentir, siempre veía a Colo Colo y dije "ahí quiero ir". Hoy, a los 35 años veo las cosas de otra manera. Me hubiera gustado tener ahí la cabeza que tengo ahora. Había un ambiente familiar. Hasta el día de hoy, si veo a alguno de mis ex compañeros los saludo y los abrazo.
- El hincha de Colo Colo le tenía cariño, pero igual su estadía en el club fue corta. ¿Siente que en una época mejor del club se habría quedado más tiempo? - Hay cosas que pasan en el fútbol. Creo que me manejé mal, eso me pasó factura y me tuve que ir. Por cómo era el club y por la simpleza de los compañeros, yo era feliz ahí.
- ¿A qué se refiere con que se manejó mal? - Hay cosas que tienes que aprender. Si un técnico no está contento con vos, tienes que comer mierda y demostrar en la cancha. Yo me fastidiaba mucho y eso no va, sobre todo en club como Colo Colo, que es para quedarse a vivir ahí.
- ¿A usted no le pesó la presión cuando jugó en Colo Colo? - Es una presión alta, no es para cualquiera, pero yo lo vivía con mucha naturalidad. Estaba feliz en el club, por eso digo que me hubiese gustado jugar mucho más tiempo ahí.
- ¿Se quedó con la espina de haber podido ganar un título en Macul? - Sí, seguro. Tuvimos un semestre bueno, terminamos primeros en la fase regular y sin playoffs habríamos sido campeones. Después, se nos lesionaron jugadores y en playoffs eso te pasa la cuenta.
- ¿Qué tal el camarín que le tocó? - Se hablaron muchas cosas del camarín y nada que ver, era un grupo muy bueno. Recuerdo que en ese tiempo la U de Sampaoli venía haciendo buenas campañas. Y en Colo Colo, de repente me tocó entrar por Rafael Caroca, que se fue expulsado. Ahí justo el equipo empezó a ganar y metimos una racha de seis o siete triunfos seguidos. Cuando la cosa anda bien, todo es espectacular. La cancha del Monumental explota, cuando los resultados acompañan, se disfruta el doble.
- ¿Supo que Colo Colo casi se va al descenso? ¿Qué le parece? - Sí, muy difícil. Yo banco a los jugadores porque siempre quieren dar el 100%, pero por cosas de la vida a veces no pasa. No me hubiese gustado estar en la piel de esos chicos, pero por suerte zafaron. Tiene que haber sido un desahogo y un alivio tremendo al final, porque Colo Colo tiene ser campeón siempre, no pelear allá abajo.
- Después de Chile, estuvo un tiempo jugando en República Dominicana. ¿Qué tal esa experiencia? - Yo estaba casado con mi mujer dominicana y surgió la opción de ir para allá. Es un futbol raro, se vive de otra manera. Lo tomo, como todo en la vida, como una experiencia más. Todas esas cosas me hicieron crecer.