ORTEGA
Las dos caras de Colo Colo
Los albos dan muestras de que pueden pasar de un sistema de juego a otro sin problemas. Además, por nivel de plantel tienen también resuelta la opción de intervenir en el juego con hombres desde la suplencia.
Hoy es otro equipo. No tiene nada que ver con el conjunto que, en la temporada pasada, hasta el último segundo lidió por no perder la categoría. Colo Colo cambió, pasó a ser un elenco competitivo a nivel local y que hoy los albos se encuentren en la zona alta de la tabla del Campeonato 2021 no es un regalo. Uno de los ejes de la transformación es el sistema de juego 1-4-4-2 que puso en práctica Gustavo Quinteros. Cuando el DT probó la nueva fórmula posicional, el Cacique funcionó distinto.
La asimilación del nuevo ordenamiento en la cancha fue rápida. Tanto, que los albos ya agregaron como variante el regreso, por pasajes de partidos, al esquema con el que intentaron iniciar el año. Contra la UC en la Supercopa y ante La Calera en la fecha 1 del torneo, Quinteros no claudicó en repetir el sistema de juego 1-4-2-1-3, empleado también en la temporada pasada. La cosa no resultó desde el punto de vista de los resultados (derrota y empate), aunque hubo visos de mejoría futbolística.
En su mejor partido del 2021, Colo Colo derrotó por 2-1 a Cobresal y la visita se paró en el estadio El Cobre con un sistema 1-4-4-2. Ese día los albos fueron un equipo con líneas cercanas, compacto, presionante, alternando juego por los costados y el eje de la cancha. Una noche que hace mucho tiempo no vivían. Sin embargo, contra la U en el Superclásico estaban siendo superados en el Monumental cuando Quinteros ordenó volver al esquema 1-4-2-1-3. El Cacique se estabilizó y en el segundo tiempo dominó las acciones para quedarse con el triunfo.
Había ocurrido que, en la fracción inicial del Superclásico, la U no dejó accionar a Colo Colo. Los azules jugaron adelantados y cada intento de presión terminaba con éxito. Quinteros detectó la falencia y ordenó que Gabriel Costa se ubicara de volante ofensivo, abriéndose Marcos Bolados como puntero derecho. Del 1-4-4-2, el local pasó al 1-4-2-1-3 conocido. Con tres hombres en disposición longitudinal en el terreno (César Fuentes y Leonardo Gil en el doble '6' y Costa de '10'), el Cacique igualó numéricamente en el mediocampo a su rival y la brega adquirió visos de paridad.
Está claro que, desde el punto de vista táctico, Colo Colo hoy posee dos caras. Es el otro gran avance que evidencian los albos al margen de su mejor desempeño en el terreno de juego y la buena ubicación en la tabla de posiciones. Tal ha sido el cambio de panorama en el Monumental, que incluso ya surgen algunas voces que hablan hasta de pelear el campeonato. Recién van cinco fechas y es absurdo mencionar candidatos al cetro, pero es entendible la ilusión luego de una temporada malísima.
Como sea, la flexibilidad táctica que exhibe el Cacique pasa a ser otro ingrediente de juego que lo vuelve un rival más complicado. La clave en el fútbol actual es desarrollar un estilo de juego (conjunto de conductas predominantes tanto en ataque como en defensa) y bajo ese parámetro intentar acceder al triunfo. Suena fácil, pero es la dificultad mayor con la que deben lidiar los entrenadores. Su pega apunta esencialmente a definir a qué juegan sus dirigidos y en ocasiones no resulta. El Colo Colo 2020 y la U de hoy son ejemplos prístinos.
Actualmente, no son muchas las instancias en las que un DT le puede 'meter mano' a un equipo durante el desarrollo de un partido. La más evidente son los cambios en la alineación y hoy con la posibilidad de realizar cinco sustituciones es un recurso muy empleado. A continuación surge la opción de variar el sistema de juego original. Es un asunto más complejo, porque ya es difícil hacer funcionar correctamente un orden posicional y más lo es manejar con eficacia una segunda distribución de los hombres en la cancha.
Hoy, Colo Colo da muestras de que puede pasar de un sistema de juego a otro sin problemas. Además, por nivel de plantel tiene también resuelta la opción de intentar intervenir en el desarrollo puntual del juego con la rotación de hombres. No hay tantos ilustres como antes, pero los desempeños son superiores a la etapa reciente de los 'pesos pesados' del camarín. Las actuaciones de Daniel Gutiérrez, Jeyson Rojas e Iván Morales confirman lo dicho. Tal vez, los que se ilusionan con pelear el título, con el paso del tiempo, van a ir teniendo razón.